Nahuel Zacarías volvía a su casa de trabajar por la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de la localidad bonaerense de Bernal, cuando se cruzó con un grupo de jóvenes que quemaba bolsas de basura para provocar humo y así emboscar a sus víctimas. Trató de evitarlos pero le tiraron cascotes para hacerlo caer y robarle la moto. Uno de los proyectiles impactó en su cabeza.
El joven de 23 años se desplomó herido sobre el asfalto, pero los delincuentes escaparon del lugar sin llevarse finalmente el vehículo por el que lo habían atacado. Después de agonizar dos días en el hospital Iriarte de Quilmes murió este martes tras sufrir un paro cardiorrespiratorio, el tercero desde que sufrió el ataque.
Familiares y amigos de Nahuel Zacarías marcharán hoy para reclamar Justicia y pedir que eventuales testigos del hecho se presenten a declarar en la causa.
"Nahuel era papá de Catalina de dos meses y era un chico muy trabajador, estaba muy atento a su familia y a su mujer. Lo que estamos pidiendo es justicia para él", expresó hoy su prima Florencia, previo al inicio de la movilización -prevista para las 9- en la zona conocida como "El Triángulo de Bernal". "Pedimos Justicia -agregó la mujer-, mi primo estaba volviendo de su trabajo para reunirse con su familia y lo atacaron así. Sabemos que estos lugares son muy peligrosos, pero tomó ese camino para llegar rápido a su casa".
Florencia contó a la prensa que sabe por dichos de vecinos que en esa zona "siempre tiran piedras a los autos", por lo que consideró que debería cerrar con alambrado ese tramo de la autopista para evitar ataques de los delincuentes.
Además, la mujer pidió que si alguien vio lo que sucedió con Nahuel se presente a declarar: "Las personas que hayan visto algo, aunque sea algo mínimo, la ropa del delincuente, algo de lo que pasó, que se presenten e a la fiscalía para ayudar a que no le pase a otra persona lo mismo".
La causa está a cargo de la fiscal Ximena Santoro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Quilmes, quien caratuló la causa como “homicidio preterintencional” y ordenó una serie de medidas, como el relevo de las cámaras de seguridad de la zona, con el objetivo de identificar al asaltante.