La planta de GNL está destinada a transformar el gas producido en Vaca Muerta en un producto exportable a nivel mundial a través de barcos. Cabe destacar que el gobierno de Río Negro se adelantó en adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), un sistema de ventajas impositivas y cambiarias incluido en la Ley Bases, impulsado por el gobierno de Javier Milei.
En una declaración sobre la decisión de YPF, la jefa comunal de Quilmes manifestó: "Es preocupante y penoso que se tomen decisiones de inversión tan importantes como la de YPF en base a cuestiones puramente ideológicas y personales, y no teniendo en cuenta lo mejor para la empresa y, sobre todo, para los argentinos y argentinas, como hubiese sido haber elegido a Bahía Blanca como puerto de exportación."
Mayra Mendoza atribuyó la decisión a un capricho del presidente Javier Milei con el propósito de castigar a los habitantes de Bahía Blanca y la provincia de Buenos Aires por no haberlo votado. Refiriéndose a las palabras del gobernador Axel Kicillof, Mendoza resaltó que la elección de Río Negro sobre Bahía Blanca "responde a motivos políticos y no a una evaluación objetiva de lo que sería más beneficioso para el país".
La intendenta también recordó los esfuerzos realizados durante los últimos ocho años en Bahía Blanca para preparar la infraestructura portuaria necesaria para un proyecto de tal magnitud. Este trabajo previo, según Mayra, hace que la ciudad del sur bonaerense fuera la elección lógica y natural para la planta de GNL.
Asimismo, comparó la situación actual con la decisión estratégica tomada por la entonces presidenta Cristina Kirchner en 2012, quien, enfrentando costos políticos significativos, recuperó YPF y firmó los contratos internacionales necesarios para desarrollar Vaca Muerta. Según la intendenta, esta acción ejemplar de liderazgo debería servir como modelo de cómo un presidente debe actuar en favor del interés general y del desarrollo nacional.