Con una inversión total de $31.737 millones, el proyecto generó hasta el momento 1.137 puestos de trabajo y convocó a más de 55 organizaciones e instituciones para llevar adelante obras clave: mejoramiento de viviendas, provisión de agua potable, alumbrado público, resolución de problemas hidráulicos e integración comunitaria.
Uno de los puntos centrales es la construcción del complejo habitacional Pilcomayo, que contará con 64 dúplex, 16 locales comerciales, 40 cocheras, 2.100 m² de espacio verde, red de agua potable y sistema cloacal. A esto se suma la puesta en valor de veredas con nueva iluminación, pavimentación, cordón cuneta, desagües pluviales, una estación de bombeo y la implementación de un sistema integral de gestión de residuos.
Una comunidad en movimiento
El enfoque del plan no se limita a lo edilicio: incluye un sólido trabajo de desarrollo social y cultural. OPISU promueve la participación activa del barrio a través de la revista “Voces de Itatí”, festivales, producciones audiovisuales y radiofónicas creadas por los propios vecinos.
También se fortalecen clubes y espacios deportivos con mejoras edilicias, equipamiento, talleres para jóvenes y adultos mayores, encuentros interclubes y actividades de formación. La perspectiva de género se hace presente mediante cupos en proyectos territoriales y acciones específicas como talleres de Educación Sexual Integral (ESI) para niños y adolescentes. Además, se acompaña a adultos mayores mediante una red comunitaria de cuidados, y se impulsan mejoras en instituciones como centros de jubilados y clubes barriales.
La educación en la primera infancia también es prioridad. En ese sentido, se están renovando jardines comunitarios con obras edilicias, nuevo mobiliario, propuestas culturales y deportivas, y huertas escolares pensadas para las infancias.
El trabajo con jóvenes incluye la mejora del Centro Cultural Juanita Ríos, donde se dictan talleres artísticos y de formación laboral. Paralelamente, se acompaña a adolescentes en situación de calle o con consumos problemáticos, con dispositivos de contención y acompañamiento.
Este megaproyecto representa una respuesta concreta a una deuda histórica: la integración urbana y social de los barrios populares. Es una muestra de cómo las obras públicas, cuando son planificadas con perspectiva comunitaria, pueden transformar realidades.