Quilmeño de 56 años nada entre los hielos sin neoprene a temperaturas de 2ºC: "todo pasa por la mente"
Viernes 24 de junio de 2022 | 19:57
Walter Ruano nada en aguas abiertas frías hace 20 años y puede estar más de una hora sumergido con temperaturas de 2°C o 3°C. Dice que el cuerpo se puede acostumbrar al frío extremo porque “todo pasa por la mente”. Desde que empezó no pasó siquiera por un simple resfrío, cuenta el guardavidas. Su sueño: nadar en la Antártida.
Walter Ruanoes considerado “uno de los padres” de la natación en aguas frías en Ushuaia y en el país. Dice que ese deporte —al que le dio vida junto con dos amigos hace más de 20 años— se practica con la mente y manteniendo una respiración consciente. Hoy cuenta con 2300 nadadores de entre 13 y 67 años que desafían las bajísimas temperaturas de las aguas sureñas en pleno invierno.
Es guardavidas, siempre le apasionó el agua, pero al dejar su vida en Quilmes para vivir en Tierra del Fuego entendió que había algo más por hacer además de “solo nadar”: comenzó a meterse en lagunas congeladas, logró pasar su primera hora rodeado del hielo en el Fin del Mundo, atravesó el Canal de Beagle y llevó hasta el Faro Les Éclaireurs la Antorcha Olímpica de los JJOO de la juventud de 2018.
Sus primeros contactos con las bajas temperaturas fueron durante las escapadas que hacía para acampar, tanto en verano como en invierno, y entonces notó que no buscaba abrigo, como otras personas, sino que deseó sentir frío extremo, lo que lo llevó, casi sin querer, a meterse por primera vez en esas gélidas aguas. Al principio con traje de neoprene y luego sin él.