"Estoy de pie, no me van a quebrar", aseguró. Milani reiteró su inocencia y ratificó que es víctima de una campaña política, mediática y judicial en su contra. "Mi injusta y arbitraria detención es también un castigo al Ejército, privándolo de una reconciliación con el pueblo argentino. Con estas acusaciones e injurias se ha pretendido ahogar el intento de lograr una fuerza que defienda los intereses populares", señaló.
Milani dijo estar tranquilo y orgulloso de vestir su uniforme. "Sigo creyendo en una patria justa y soberana así como creo que todavía hay jueces justos y honorables. Espero un veredicto de absolución con la esperanza de que se reivindique mi buen nombre y honor", añadió. La semana pasada, la Fiscalía pidió que se condene a 18 años de prisión por los secuestros y las torturas sufridas en perjuicio de Pedro Olivera y su hijo Ramón durante la dictadura militar, en La Rioja.
Adriana Mercado -representa a los Olivera- señaló que "quedó acreditado que Milani formó parte del grupo de inteligencia que se movía con autonomía y que participaban de detenciones, torturas y detenciones de personas". La defensa del militar desestimó las acusaciones y las vinculó con cuestiones políticas.