El sábado en la mañana un joven estilista fue violentamente atacado por dos sujetos ebrios cuando se dirigía caminando a su trabajo, en un local de Ezpeleta Oeste. La víctima pudo reaccionar ante el primer golpe y logró escapar de lo que pudo ser una paliza en plena calle.
Según relató Iván a InfoQuilmes, eran alrededor de las 9.25 de la mañana cuando salió de su casa, como es habitual, para ir a la barbería "RyS" en la que trabaja, en Av. Smith y Miguel Cané. “Iba caminando y cruzando la Plaza de la Virgen, en Madame Curie entre Brasil y Bolivia, vi dos patrulleros con cuatro policías abajo charlando. Llegando a Smith veo que vienen dos flacos con una jarra y una botella en la mano, ambos con ropa deportiva y gorra”.
“No les di importancia y seguí como si nada, mientras ellos venían caminando. Llegando a la avenida uno de los dos se me encima y de la nada me mete una trompada en el ojo, sin decirme ni ‘a’. Se me cortó el pómulo y se me hincho bastante, me empezó a salir sangre. Yo iba con los auriculares puestos y sentí el trompazo de golpe. Fue todo muy rápido”, explicó Iván.
Ante la agresión, su respuesta fue intuitiva: “Me maree bastante y lo único que me salió fue correr hacia adelante porque no entendía qué pasaba. Me atajó una pareja grande y me vieron el ojo destruido”. Otras dos personas se acercaron a asistirlo y cuando vieron que volvían a por él, una de ellas lo llevó en auto hasta su trabajo, salvándolo de un segundo ataque.
El estilista expresó su indignación para con el personal policial que se encontraba en la plaza, a unos cien metros en línea recta de lo que había sucedido, ya que no hicieron absolutamente nada por asistirlo. “En esa misma plaza hubo quilombo toda la madrugada, media hora antes de que yo pase se seguían matando a piñas, por eso mismo estaban los dos patrulleros ahí. Hay un local frente a la plaza que vende bebidas y tragos, se llena de motos siempre y hay disturbios, peleas de todo tipo”, señaló.
Acerca de la lesión sufrida, afortunadamente fue leve y no hubo fractura, en tanto que de momento no tuvo problemas de visión, aunque sí un corte importante en el pómulo y un hematoma que se llevó gratuitamente. No obstante, remarcó que si hubiera caído al suelo ante el golpe, o si lo hubieran golpeado con la botella, probablemente me hubiera desmayado y ahí me mataban a piñas y me robaban”.