El Ministerio de Educación presentó este miércoles las pautas para la vuelta de las clases presenciales a partir de agosto. El tapaboca será obligatorio en todo momento, habrá por lo menos 1,5 metros de distanciamiento y medidas rigurosas de higiene.
Nicolás Trotta detalló que en agosto, luego de las vacaciones, comenzaría la vuelta a clases presenciales en las provincias que tienen nula o escasa circulación del virus. “El Área Metropolitana de Buenos Aires y Resistencia, Chaco, son dos zonas que por ahora no entran en ese esquema. En las provincias patagónicas también es posible que la vuelta se produzca unas semanas después por el frío, pero la decisión final la tendrán los gobernadores”, planteó el funcionario.
Habrá una articulación de las carteras provinciales de Educación y Salud para lograr que todos los maestros reciban la vacuna antigripal y para que los chicos tengan el calendario de vacunación al día.
Las escuelas deberán contar con los insumos básicos de higiene, asegurar agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura. “Aquellos establecimientos que no cumplan con estas pautas mínimas deberán postergar el regreso. Los protocolos son cumplibles. No son disparatados para la realidad argentina. Cada jurisdicción podrá hacer los ajustes pertinentes, pero estas son las pautas mínimas”, remarcó Trotta.
El distanciamiento social en los establecimientos será de 2 metros en los espacios comunes y de al menos 1,5 metros en las aulas. De acuerdo a las autoridades, no hay margen para ampliar la infraestructura escolar, por lo cual, habrá una división de los grados que concurrirán en forma alternada. La prioridad para el regreso la tendrán los últimos cursos de los niveles, tanto de primaria como de secundaria.
Una vez que se inicie el regreso a las escuelas, será obligatorio el uso de tapabocas en primaria y secundaria tanto para alumnos como para docentes en todo momento, en las aulas y en los espacios comunes. Los docentes, incluso, podrán agregar una máscara para mayor protección. Estarán prohibidos los eventos o celebraciones masivas y se insistirá en la necesidad de limpieza y desinfección constante.
Si se detectara un caso sospechoso o positivo, se procedería a hisopar al estudiante o docente, a su aislamiento y al rastreo de sus contactos estrechos. Al día siguiente estarían suspendidas las clases en la escuela y se realizarían tareas de desinfección.