En la mañana de este jueves alumnos, padres, docentes y directivos de la Escuela Primaria N° 61 de Don Bosco realizaron un sentido acto en homenaje a Laura Jara, la maestra que falleció la semana pasada tras descompensarse mientras daba clase. Familiares de la educadora estuvieron presentes y agradecieron la muestra de cariño.
Laura era profesora de lengua, tenía 59 años y estaba pronta a jubilarse. El jueves 16 de diciembre, durante la última hora de clase, sufrió una descompensación. Voceros del gremio docente indicaron que los chicos corrieron a pedir ayuda y que los directivos llamaron por teléfono a la línea de emergencias pidiendo una ambulancia, pero aseguran que tardó más de media hora en llegar.
En esos momentos de desesperación, algunos de sus compañeros corrieron hasta el destacamento de Bomberos Voluntarios que se encuentra a pocas cuadras de la institución, pero en ese momento no tenían disponible la ambulancia y el cuartelero no sabía hacer maniobras de RCP, según relataron desde el sindicato. Para cuando arribaron los paramédicos, Laura ya no tenía signos vitales y pese a los esfuerzos realizados por reanimarla confirmaron su fallecimiento.
Desde la secretaría de Salud del Municipio de Quilmes negaron las demoras e informaron a InfoQuilmes que la ambulancia “tardó 6 minutos desde que recibió el llamado”. Y agregaron: “Al llegar (Laura) estaba desvanecida y se le hizo RCP, además de llamar a dos móviles más. Quizás tardaron en poder contactarse, pero desde el momento que ingresó al SAME la demora fue de 6 minutos”, insistieron.
Germán, hijo de la maestra, contrastó esta versión y sostuvo que “la demora fue bastante larga, de entre 30 y 40 minutos. Yo sé que el equipo de paramédicos tuvo su mejor intención, intentaron todo por reanimarla pero no hubo caso porque fue mucho el tiempo transcurrido entre la descompensación y la llegada de la ambulancia. Me hubiera encantado que hubieran sido sólo 6 minutos, pero todos los compañeros de mi mamá me dijeron que fue mucho más. Si hubiera llegado antes otra hubiera sido la historia, pero no llegó a tiempo”, lamentó.
No obstante, Germán agradeció “todo lo que hicieron por intentar que mi mamá saliera de esta situación, sobre todo a sus compañeros de 20 años de trayectoria, dedicación, vocación, para que los chicos puedan estar mejor y tengan más libertades, porque como decía ella, ‘la educación es la mayor libertad que podemos tener’”.
Asimismo, llamó a la conciencia de los conductores para que cuando vean una ambulancia le cedan el paso como corresponde: “Sepan que puede ser una situación trágica en la que pueden estar sus madres, sus hermanos, sus hijos, y son minutos que hacen la diferencia. Por favor denle el lugar a las ambulancias y déjenlas pasar”.
El acto de este jueves se desarrolló frente al aula en donde Laura Jara dio clases los últimos años. Sus alumnos acompañados de padres y maestros hicieron un minuto de silencio que expresó el dolor de toda la comunidad educativa por esta pérdida. A su turno, uno de los estudiantes del curso leyó una carta dedicada a su maestra y no pudo evitar romper en llanto al final. En tanto, en las palabras dedicadas por las otras maestras el mensaje que se repitió fue “esperamos tener respuestas”.