Una menor de 14 años vivió un verdadero calvario al haber sido abusada sexualmente por un hombre en un predio del Ceamse de Bernal, al que le había pedido un simple vaso de agua. La situación procesal del acusado, de 63 años, es complicada dado el hallazgo de manchas de semen en la ropa de la víctima.

El aberrante hecho ocurrió el domingo en horas de la tarde, luego de que la adolescente se fuera de su casa en el partido de Avellaneda tras una discusión con su madre, informaron fuentes del caso. La chica comenzó a deambular sin rumbo hacia Bernal y tomó la calle Espora con dirección al río.

El largo trayecto de caminata y el intenso calor hicieron que le diera sed y que decidiera para a pedir un vaso de agua en una casilla emplazada detrás de un gran portón. Era una garita de seguridad del sereno del CEAMSE. Un hombre mayor, al que los investigadores sindicaron como un sereno, la atendió y la invitó a pasar, y entonces comenzó la odisea.

Según denunció la menor, el sujeto la llevó hasta un descampado, comenzó a besarla y manosearla, circunstancias en las que incluso la mordió en los pechos. Luego le bajó los pantalones y se masturbó hasta eyacularle sobre la ropa interior. La joven aprovechó ese momento para huir desesperada, atravesando un gran campo hasta llegar a la Autopista Buenos Aires-La Plata.

Fue entonces que pudo pedir ayuda a los efectivos de la Policía Bonaerense que se encontraban en una garita cercana al peaje de Bernal, quienes la trasladaron hasta la Comisaría Quilmes Octava. Personal del gabinete criminológico a cargo del subcomisario Ariel Costilla la asistieron y trasladaron al Hospital Iriarte, donde se le realizó el examen médico legal correspondiente y se desplegó el protocolo de abuso a requerimiento de la Fiscalía N° 8.

Las fuerzas de seguridad fueron tras los pasos de la menor y lograron dar con el portón descripto y con un hombre que coincidía con las características aportadas como presunto agresor. El sindicado fue puesto bajo arresto imputado por el delito de “abuso sexual”. En tanto que se esperan los resultados de las pericias y exámenes de ADN que permitan certificar si los rasgos genéticos dejados en la ropa de la víctima coinciden con los del acusado.