La Federación de Remiseros en conjunto con socios privados adquirió en los últimos días la Clínica Materno Infantil de Quilmes, ubicada en la calle Brandsen al 128, y se encuentra en proceso de remodelación para una inminente reinauguración. La puesta en valor incluye además cuestiones administrativas tales como deudas y juicios.
Días atrás había sorprendido a la comunidad quilmeña el cierre del mencionado e icónico centro de salud. En las puertas se habían colocado carteles que indicaban trabajos de “reformas”, pero a la vez las dudas sobre su continuidad se acrecentaban debido al historial de conflictos gremiales que tuvo la administración.
Sin embargo, ahora fue el propio secretario general del SURyA , Alejandro Poli, quien aclaró que el gremio junto a inversores privados compraron el lugar y lo están reestructurando. Cabe señalar que esta no es la primera incursión del sindicato en el manejo de centros de salud, ya que años atrás se habían hecho cargo de la Clínica del Niño y la Familia de San Francisco Solano.
Respecto de la situación de la Clínica, Poli explicó que la encontraron con gran cantidad de deudas y con numerosos juicios laborales. Si bien habrá nuevo plantel médico, el gremialista ofreció a los extrabajadores la posibilidad de reincorporarse. Se calcula que
“Ponemos el trabajo y nuestra experiencia en salud con los afiliados y ellos (por los inversores privados) ponen la capacidad económica y la estructura de los médicos. Necesitamos una clínica maternal no sólo para los afiliados de Quilmes, sino de todo el país. Vamos a trabajar con PAMI y con las obras sociales que se vayan anotando”, anunció Poli.