La víctima no ofreció resistencia, pero aún así fue golpeada en la cabeza, a fin de ser amedrentada. Dos de los malvivientes se subieron al auto e intentaron arrancarlo, pero el mismo tenía caja automática y no supieron conducirlo.

Comenzó entonces una serie de cambios de conductores, ante la vista estupefacta del dueño del coche, que no salía de su asombro ni sabía qué hacer para que se fueran de una vez. Uno de los bandidos bajó y pidió ayuda al conductor de la camioneta en la que habían llegado, quién corrió a tomar el volante del que pretendían sustraer.

En ese momento apareció un móvil de una empresa de seguridad privada que detectó el robo en proceso y encendió las sirenas. El hampón desistió de su cometido e intentó abordar nuevamente la camioneta, pero en el camino trastabilló y cayó al suelo. Sus cómplices decidieron no esperarlo y huyeron abandonándolo.

Tras una breve persecución, el delincuente fue reducido por los agentes de seguridad. "Los vecinos empezaron a tocar la alarma vecinal y la policía llegó muy rápido. El ladrón se había escondido en una casa, pero lo encontraron y se lo llevaron para la Comisaría", precisó a InfoQuilmes la esposa de la víctima.