La avenida principal de la ribera local amaneció con una importante cantidad de cables cortados y pelados. Los delincuentes aprovecharon la madrugada de tormenta para poder hacerse del cobre, que luego comercializan.
Todo ocurrió en la avenida Cervantes entre la calle Robles y Olavarría, donde ni la lluvia ni el viento evitaron que los ladrones vayan al lugar, suban hasta el tendido eléctrico y corten los cables con herramientas especiales, para poder sustraer el cobre y luego comercializarlo.
La zona está comprendida por locales gastronómicos que aprovechan la temporada de verano para poder hacer un dinero extra. Los comerciantes y vecinos se mostraron muy indignados por la situación, ya que justo en donde ocurrió el hecho delictivo, hay dos cámaras y un domo de seguridad del Centro de Monitoreo de la Municipalidad de Quilmes, que debe ser monitoreado las 24 horas.
Sin embargo, no se evitó el delito y los vecinos fueron los primeros damnificados, quienes aseguraron que "hasta el momento no se acercó ninguna cuadrilla de la empresa para retirar los cables pelados que están mojados por la lluvia, sólo un móvil de Defensa Civil, quien resguardó la zona con cintas de peligro".