En los Tribunales Penales de Quilmes comenzó esta semana el juicio por uno de los peores crímenes que se le pueden endilgar a una persona: haber matado a su propio padre prendiéndolo fuego. El presunto parricidio ocurrió en 2014 en Bernal Oeste y, de ser hallado responsable, el imputado recibiría la pena de prisión perpetua.
Los hechos llevados a juicio se dieron el 25 de enero de ese año en una vivienda de la calle 162 bis, cuando en circunstancias que la Justicia develará Luis Carballo murió tras agonizar casi una semana por las graves heridas que recibió en el 40% de su cuerpo.
Declararon ante los jueces del Tribunal Oral Criminal N° 2 las hermanas del imputado e hijas del fallecido que coincidieron en remarcar que quien está sentado en el banquillo de los acusados “era violento, nos golpeaba a todos. A papá le pegaba y en una ocasión le puso un arma en la cabeza amenazándolo cuando estaba en la cama. Nos decía que iba a prender fuego todo y matarnos".
El encartado está acusado de "homicidio calificado por el vínculo". Su defensa afirma que el fallecido tuvo un accidente cuando estaba fumando y se le cayeron cenizas en un bidón con combustible, lo que originó las llamas. Sin embargo, las hermanas enfatizan en que el procesado golpeó al anciano y luego le arrojó combustible para prenderlo fuego. Vale remarcar que el acusado llevó a su padre a centros asistenciales para que fuese atendido.
Fuente: Data Judicial