Mariela Muñoz nació el 24 de diciembre de 1943 en Lules, un pueblo de la provincia de Tucumán. Fue una activista, política y defensora de los derechos LGTB en Argentina. En 1997, se convertía oficialmente en ser la primera persona trans de nuestro país en realizar el cambio de identidad de género en su Documento Nacional de Identidad (DNI). Este gran acontecimiento que fue propulsor de los derechos LGBT en marcos legales, se produjo 15 años antes de que en Argentina se aprobara (2012) la ley de Identidad de género.
Cuando tenía 15 años de edad, Mariela cuidó a una mujer que padecía de una enfermedad. Esta tenía 2 hijos pequeños de los cuales no podía hacerse cargo, ya que su estado de salud no se lo permitía, fue entonces que Muñoz se hizo cargo de ellos. Con el paso del tiempo, los niños crecieron y no los volvió a ver.
Con 21 años decidió trasladarse al conurbano bonaerense. Compró una casa en Florencio Varela el cual fue un hogar para muchos chicos a los que recibió con amor y los cuidó. El primer chico del que se encargó, era hijo de una mujer que se dedicaba a la prostitución y creyó que lo mejor sería dejarlo al cuidado de la joven. Tiempo después, encontró a una adolescente con una beba en brazos en una estación de tren, la compasión de Mariela hizo que se encargara de las dos.
El 17 de mayo de 1993, día que describió la propia Mariela como “el día de la crueldad”, la policía atacó violentamente la casa que habitaba Mariela Muñoz. Fue detenida y separada de los tres niños que la consideraban como su madre. La condenaron a un año de prisión porque se la acusó del secuestro de los mismos. Esta mujer fue acusada injustamente de ser una transexual perversa que buscaba hacerles daño a las criaturas, debido a esta fuerte y equivocada acusación, se vió obligada a contar su historia en los medios de comunicación.
Durante toda su vida, crió en total a 23 hijos y tuvo 30 nietos. En 1993, cuando se hizo conocido su caso, en Argentina por primera vez se cuestionó si la maternidad era una posibilidad para las personas transexuales.
Mariela en el 2013 sufrió un ACV que afectó a su audición, visión y movilidad. A raíz de esto, una jueza le otorgó un subsidio “extraordinario y reparatorio” por la desidia que padeció durante años.
El 7 de mayo de 2017, falleció en Quilmes “la gigante” a sus 73 años de edad, dejando un legado lleno de lucha por los derechos LGBT.