Tres motochorros asaltaron este lunes por la noche a un delivery que se disponía a entregar un pedido en la localidad de Bernal Este, a metros del límite con Don Bosco. Sus compañeros denunciaron inacción por parte de la Policía y la Fiscalía en turno y, enojados con la situación, lograron recuperar el rodado en Villa Itatí luego de casi cuatro horas de extrema tensión.
El hecho de inseguridad, que quedó registrado por una cámara de seguridad, ocurrió el lunes minutos después de las 23 en la calle Constitución entre Cramer y Uriburu. La víctima -que presta servicio para la aplicación PedidosYa- se encontraba buscando la dirección de la entrega cuando vio que de frente venían dos motos.
De inmediato sospechó que se trataría de delincuentes e intentó una audaz maniobra para evitarlos subiendo a la vereda, pero perdió el control al chocar con un poste y cayó contra la pared de una casa. Entonces los bandidos aprovecharon para acorralarlo: uno se bajó empuñando un pistolón y lo amenazó. En cuestión de segundos le quitaron el teléfono celular, la campera y la mochila térmica, y escaparon con su moto.
Sus compañeros asistieron al joven ni bien supieron que había sido asaltado y, unos 20 minutos más tarde, se reunió un grupo de repartidores en la esquina de Cramer y Ramella para ir a buscar el rodado en la ubicación que indicaba el sistema de rastreo del mismo, dentro del asentamiento de emergencia Itatí.
“Apareció el teléfono todo roto tirado en un pasillo, las llaves descartadas. En una casa encontramos la mochila de PedidosYa. La policía nunca consiguió la orden de allanamiento, parece que les molestó que fuéramos nosotros a buscar la moto, que somos repartidores. Fue entonces que uno de los chicos se cansó, pateó la puerta y adentro estaba el casco con la campera y la mochila, aún con el pedido adentro. También estaba la moto con la que salieron a robar, todavía con el motor caliente”, señaló el hermano de la víctima en diálogo con InfoQuilmes.
“Estuvimos más de tres horas ahí, nadie se quería hacer cargo y no querían devolver la moto. Al final nos llamaron, nos dijeron dónde la iban a dejar y la fuimos a buscar. El lugar estaba lleno de motores de motos, cascos, de todo, no podían ‘no saber nada’. Y entre la policía y la fiscalía sentimos que nos tomaron por estúpidos. Mismo en la comisaría no le querían tomar la denuncia a mi hermano”, añadió. Por el caso, que terminó con los elementos robados recuperados gracias a la arriesgada actuación civil, no hay al momento detenidos.