Darío Dening fue trasladado a la Comisaría tercera de Quilmes y hoy deberá declarar de manera virtual por la desaparición de su amigo.
El martes pasado, Dario Rubén Dening, el principal sospechoso por la desaparición del abogado y empresario quilmeño, Salvador Altamura, que era buscado intensamente desde el viernes 21 de octubre, fue arrestado por la Policía de Entre Ríos con una gran suma de dinero en dólares y más de 780 mil pesos entre sus piernas mientras intentaba ingresar a esa provincia en bicicleta, tras cruzar el puente de Zárate-Brazo Largo. Allí, los efectivos declararon que Darío intentó coimearlos para que lo dejaran seguir, pero lo arrestaron igual. También fue imputado por ese hecho.
En la tarde de este lunes, Dening fue trasladado a la Comisaría 3ª de Quilmes. El acusado tendrá que declarar de manera virtual frente al fiscal Ariel Rivas, quien investiga el paradero de Altamura, buscado desde el 13 de julio.
Darío Rubén se enfrentará a una compleja situación ya que son muchos los indicios en su contra, empezando por la básica: él fue quien estuvo con Salvador por última vez el día de su desaparición. El sábado pasado, agentes de la DDI de Quilmes fueron a la casa de Dening por orden de Rivas, pero al ingresar no había nadie. Dening ya no estaba.
Sin embargo, en su casa encontraron facturas con montos muy grandes, televisores de alta gama y celulares muy costosos. En paralelo otro grupo de esa división arribó a un hotel lujoso de Quilmes. El dato era que Dening estaba allí escondido. El recepcionista les indicó que el hombre se había retirado hacía pocas horas atrás en su moto. Dening, 52 años y de contextura musculosa se había fugado.
Dening y Altamura llevaban una relación de amistad de barrio desde sus infancias, que los llevó a trabajar juntos mucho tiempo. Darío se dedicaba a la reparación de motos de competición y además corría en forma amateur, como Salvador. Debido a esto, Dening había armado un taller mecánico al lado de su casa exclusivamente para reparar motocicletas, era su pasión.
Pero el negocio venía mal y Dening necesitaba dinero.“Ya no le voy a prestar más plata, le voy a llevar comida”, solía decir Altamura sobre la difícil situación que atravesaba su amigo. Pocos meses atrás, el abogado le había prestado 5 mil dólares para ayudarlo.
Según detallaron fuentes de la investigación, el primer conflicto que tuvieron fue hace varios años cuando Dening le presentó a su novia de ese momento. Al poco tiempo, la mujer lo dejó y comenzó una relación sentimental con Altamura.
En 2009, Dening necesitaba una gran suma de dinero porque había quebrado. Mientras, Altamura crecía como prestamista. Las fuentes lo describen como una persona con gran habilidad para los negocios.
En ese momento Altamura lo conectó con su tío, quien le prestó 50 mil dólares, pero Dening nunca se los devolvió y el hombre le inició una demanda. Dening tuvo que entregar su casa y un galpón que usaba como taller para pagar el juicio que perdió.
En tanto, el fiscal de la causa, Ariel Rivas, indagará a Dening como el principal sospechoso de la desaparición de su amigo, aunque todavía falta lo más importante, dar con el paradero de Altamura.