Eduardo De Luca y José Luis Meiszner, dos dirigentes muy cercanos al fallecido Julio Humberto Grondona, fueron inhabilitados de por vida para ejercer cargos por la FIFA y multados con un millón de francos suizos (Algo más de 60 millones de pesos argentinos)
"Los señores Deluca, Meiszner y Burga violaron el artículo 27 (cohecho) de la edición de 2018 del código de ética de la FIFA, por lo que se les ha inhabilitado de por vida para participar en actividades relacionadas con el fútbol", señaló el organismo con sede en Suiza en un comunicado.
"Las investigaciones guardan relación con su participación en una serie de sobornos relacionados con la concesión de los derechos de televisión y marketing de torneos de la Conmebol durante los periodos comprendidos entre 2012 y 2015", explicó la FIFA.
De codearse con las estrellas del fútbol mundial (En sus años de esplendor se desempeñó como mano derecha de Julio Grondona), Meiszner pasó a estar actualmente bajo prisión domiciliaria
Los que saben cuentan que Grondona le inventó un cargo a medida, la Secretaría Administrativa de la entidad que él comandaba a golpe de látigo. Durante 29 años fue presidente del Quilmes Atlético Club y se dio el gusto de ponerle su nombre al estadio del Cervecero (el cual mantuvo hasta Agosto de 2016, cuando asumió la nueva Comisión Directiva y decidió cambiarlo)
Los estrechos vínculos con Anibal Fernández le permitieron además tejer fuertes alianzas con la política durante el gobierno de los Kirchner. Tanto fue así que, gracias a su relación con el por entonces jefe de Gabinete, logró colocar a su hijo, Andrés Meiszner, como director del Registro Nacional de Armas, el ex RENAR, convertido en la ANMaC tras la asunción de Mauricio Macri.
Su hijo Andrés también apareció en las tapas de los diarios por su participación en el triple crimen de General Rodirguez (Los hermanos Lanatta oficiaban como gestores informales para obtener permisos de portación de armas otorgados por la entidad que comandaba Meiszner)
Actualmente, Meiszner padre se encuentra bajo prisión domiciliaria, en el marco de la causa conocida como FIFAgate, el escándalo de sobornos pagados por los derechos de televisación de partidos y el marketing del fútbol sudamericano, entre 2004 y 2015.
REPERCUSIONES EN QUILMES
Una vez conocida la noticia, trascendió que un grupo de socios del Quilmes Atlético Club elevará una nota a la Comisión Directiva y al Tribunal de Honor, solicitando la expulsión como socio activo de la institución. Vale recordar que en 2016, un grupo de dirigentes pidió la expulsión de su hijo Andrés por irregularidades (cómo la compra de un arquero chileno de 34 años por un millón de dólares horas antes de realizarse las elecciones) que se encontraron luego de una exhaustiva auditoría