Escritor, periodista, poeta y autor de letras de canciones, Jorge Padula Perkins es, desde hace unos cuantos años, un constante creador de la palabra. Ha desarrollado y difundido sus escritos en Quilmes y desde nuestra ciudad hacia distintos lugares del mundo, otrora por correo postal y en la actualidad por medios electrónicos (e-mail, blogs, redes sociales, medios de prensa).
Su último libro fue publicado en España y canciones con sus letras han sido interpretadas por artistas de ese país, como así también de Puerto Rico, Chile, Brasil, Italia, Bolivia, México, Uruguay y Estados Unidos, amén de cantantes de distintas localidades de Argentina.
Con amigos a la distancia en la isla canaria de La Palma, escribió años atrás “Acerina y Tanausú”, unos versos dedicados a esa pareja de líderes originarios de aquella isla, poema que tuvo una cálida acogida por parte de los palmeros y algunas de sus instituciones locales y regionales.
En el contexto de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en aquella isla y en contacto a la distancia con sus amigos palmeros, percibió tanto el sufrimiento y la angustia que el fenómeno producía, como la fuerza del alma colectiva que amalgamaba a todo el pueblo en un solo corazón latiendo al unísono con la esperanza de que habría un mañana sin lava, ni cenizas, ni fuego y con la vida floreciendo por encima de todo.
Escribió entonces el poema titulado “Las dos caras. A la isla de La Palma” que tiempo después, en junio de 2022 se convertiría en pieza musical, compuesta por el creador boliviano Rodrigo Stottuth e interpretada por él en piano, con la voz de su compatriota Nery González Artunduaga, estrenada por Youtube.
Esta es la canción “Las dos caras. A la isla de La Palma”
Aquí la letra completa:
¿Cuál es la cara contraria
de la fiesta y la alegría;
de los cantos y las danzas;
de la música y la risa?
La cara contraria es pena;
es dolor y sufrimiento.
Producto de la agonía,
acaso un largo lamento.
Aflicción, es la otra cara;
es lágrimas y tristeza.
Un grito contra el destino
y es el dolor que no cesa.
Ruge el volcán en La Palma
y arroja ceniza y lava,
que todo abate a su paso.
¡Profunda herida en Canarias!
Desde sus propias entrañas,
la misma tierra de verdes,
se colma de rojos fuegos
que nuevos fuegos encienden.
Y en esa contraria cara,
como figura de espejo,
puede valuarse lo bueno
frente al dolor como opuesto.
Puede sentirse en el alma
la fuerza del ser palmero;
y en las manos que se enlazan,
de esperanzas, un sendero.
Quitarse puede a lo infausto
potestad de omnipresente:
¡También retumba en La Palma
el corazón de su gente!
Y en tanto que esto sucede,
ese espíritu y su temple,
revelan que aquella isla
es verde y bonita siempre.