La delincuencia tiene en jaque a los vecinos de la localidad de Don Bosco, que aseguran no poder vivir ni caminar tranquilos por las calles de sus barrios por los robos permanentes que sufren. Reclaman la creación de la Comisaría Décima de Quilmes, que esté focalizada en su jurisdicción y que pueda dar soluciones.
Según sostienen los vecinos, que se encuentran organizados y en contacto a través de grupos de WhatsApp, tuvieron a lo largo de la gestión varias reuniones con autoridades tanto provinciales como municipales, pero consideran que “no nos dan resultados: estamos teniendo muchos problemas con las motos que nos viven robando, tenemos ataques en la mañana y a la tarde todos los días. El gran problema es que la policía nos dice no tener móviles, ni personal y tampoco nafta”.
Hasta ahora, la jurisdicción policial de Don Bosco se reparte entre las comisarías Segunda de Bernal centro y la Octava de Barrio Parque Bernal. Es por ello que los vecinos organizados exigen la creación de la Comisaría Décima de Quilmes, que les de una jurisdicción propia y poder así tener a las autoridades más cerca.
“Cuando nos dicen que la Décima ya está creada consideramos que es una burla al vecino, porque la hicieron de nombre nada más. Es una oficina sin personal al lado de la ex Comisaría de la Mujer, sólo hay un oficial para tomar denuncias y no tiene patrullas”, criticaron.
“Mientras tanto, a diario tenemos hechos de inseguridad; intrusiones en casas donde, las que no estaban vacías en esos momentos, han maniataron a los propietarios; robos de vehículos, arrebatos, asaltos a mano armada. Todo esto a pesar de que les hemos marcado cuáles son las vías de escape más utilizadas por los delincuentes, que son por Bermejo y por Los Tilos”, detallaron los voceros vecinales.
Por otro lado, hubo críticas también hacia el Municipio y a Nación por el abandono del cruce de vías de Lomas de Zamora y Uriburu, debido a que existe allí una curva peligrosa que impide ver el tren cuando se acerca. Este cruce a nivel se llevó las vidas de varios vecinos en los últimos años por la falta de algo tan básico y elemental, como económico: una simple alarma sonora.
“Tuvimos reuniones con el secretario de Seguridad del Municipio, Gaspar de Stefano, que nos dijo que ya estaba pedida a Nación -de quien depende todo lo relacionado al transporte ferroviario- en diciembre del 2021. No es una alarma muy costosa. Sin embargo reclamamos en febrero del año pasado, en mayo de nuevo y finalmente en agosto murió otro vecino arrollado por el tren. No nos escuchan y esto cuesta vidas”, lamentaron.