Un grupo de arquitectos oriundos de Quilmes participó del Festival "Concentrico" de Arquitectura y Diseño de España, en el que obtuvo una mención honorífica por su trabajo. El proyecto quedará exhibido en el pabellón central que estará instalado en la Plaza del Revellín desde el 27 de abril hasta el 2 de mayo.

Los concursantes Mariano Gómez Blanco, Esteban Córdova, Gabriel Galeano y Mauro Bavaro, quienes comparten formación académica en la UNLP, coordinan el equipo que comenzó a funcionar en 2018. En el área de proyecto cuentan además con el trabajo de Fabrizio Aiello, un estudiante avanzado de la carrera, y de Lucía del Moro, recientemente egresada de la misma casa de estudios.

Este certamen en particular forma parte del llamado a integrar el Festival ‘Concentrico’ de Arquitectura y Diseño, que se desarrolla por noveno año consecutivo en la localidad de Logroño, España, y en el cual participan estudios de arquitectura y diseño de todo el mundo.

El concurso pone el foco en repensar espacios urbanos utilizando estrategias de diseño como elementos reflexivos y propositivos que inviten a replantear lo cotidianamente establecido: se trata de intervenciones de arquitectura efímera, que se exhiben únicamente durante el tiempo que dura el festival y se localizan en diversas postas dentro y en los alrededores de la ciudad, para después ser enlazadas en el circuito que plantea el evento.

“El circuito plantea cuatro postas: la plaza, una calle, un viñedo en las afueras y el Parque Felipe VI, donde elegimos participar nosotros. Para cada locación participan estudios de todo el mundo y un jurado evalúa cada una de las propuestas enviadas hasta obtener los ganadores. El primer premio se construye en el lugar y luego se seleccionan dos menciones que se exhibirán en el pabellón central del festival”, explicó Gómez Blanco en diálogo con InfoQuilmes.

“Nuestro trabajo recibió una primera mención. Nos sentimos muy honrados y felices por haber sido seleccionados dentro de un evento que nuclea a tantos estudios y arquitectos de renombre a nivel mundial, no sólo por el premio en sí, sino por la posibilidad de llevar pedacitos de cultura sudamericana a un evento que en sus orígenes fue casi exclusivamente eurocentrista”, destacó el profesional.

Respecto del proyecto presentado en el festival, denominado "Llamador urbano", Gómez Blanco reveló que “busca en principio ser un hito sensorial dentro del parque. La locación específica solicitada por el festival fue un sector de gradas semianfiteatrado bastante complejo para la intervención. Nuestra postura fue la de apropiarnos del formato anfiteatrado para generar una instalación sonora espacial intervenible”.

“Propusimos un sistema de tubos de madera horadada suspendida de una estructura mayor mediante cuerdas, emulando al conocido ‘llamador de ángeles’ que, dicho sea de paso, en Europa no está demasiado difundido. El llamador en principio es un elemento muy común en los países latinoamericanos y decidimos llevarlo a una escala urbana apropiable por los usuarios del espacio público”.

“De este modo el Llamador Urbano tiñe de sonido al parque, tanto por efecto del viento como por el accionamiento manual de quienes se sumerjan por debajo de él. Se trata de un gran instrumento público e intervenible que genera un ambiente sonoro adicional pasible de ser escuchado, ejecutado o contemplado”, detalló.

Y agregó: “El Llamador, es un pedacito de nuestra cultura regional transformado en un hito de interés público en Europa, un producto de nuestra memoria cultural local en una cultura que en algún momento intentó, y en gran medida logró, instalarse violentamente en nuestra tierra, borrando las costumbres locales originarias. Será una suerte de ‘catarsis cultural’, no hay ánimos confrontativos. Cuando Europa buscó borrarnos, hoy nosotros compartimos y sumamos. Hoy, ellos desde allá, promueven y generan los espacios para que ese intercambio suceda. Pongamosle que en términos culturales, es un acto de resiliencia recíproca”.