Todo comenzó cuando los sospechosos, que iban a bordo de un Fiat Mobi, tomaron en sentido contrario la calle Sáenz Peña desde la Av. 12 de Octubre. Esta maniobra llamó la atención de agentes pertenecientes al gabinete operativo de la Comisaría Quilmes Tercera, que patrullaban la zona en tareas preventivas y decidieron pararlos para un control.
Si bien en un primer momento los sindicados emprendieron la huida, pudieron cercarlos gracias a un operativo cerrojo con apoyo de la Prefectura Naval Argentina en la esquina de las avenidas Carlos Pellegrini y Martín Rodríguez.
Fue así que descubrieron que no sólo era falsa la documentación que poseían, sino que ni siquiera coincidía el dominio de la placa colocada con la numeración real del vehículo. Y esto era ni más ni menos porque tenía la patente cambiada para intentar ocultarse que sobre ese coche pesaba un pedido de secuestro por haber sido sustraído en jurisdicción de la Seccional Cuarta de Esteban Echeverría.
Además, dentro del rodado llevaban una gran cantidad de herramientas, las cuales hacían suponer que los sindicados podrían dedicarse al robo automotor. Los frondosos antecedentes penales de los sujetos reforzó la hipótesis policial, ya que uno de ellos estuvo detenido el año pasado en una dependencia de Rafael Calzada imputado por “encubrimiento”, mientras que el segundo cumplió condena en el penal de Olmos por una tenencia ilegal de arma de guerra, y el último pasó por la unidad carcelaria de Sierra Chica por un grave delito de secuestro.
Preventivamente la fiscal Karina Gallo imputó a los sujetos -de 36, 41 y 44 años- por “encubrimiento”. Ahora la Justicia deberá determinar si la banda guarda relación con algún otro hecho delictivo cometido en la zona para ver si se amplía o no la acusación.
