El pasado martes 6 de junio, L-Gante fue detenido tras ser considerado responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad, amenazas y tenencia simple de estupefacientes. Sin embargo, luego de cumplir un mes encerrado en la DDI de Quilmes, se conoció el dictamen el cual expresa que permanecerá detenido y será trasladado a un penal bonaerense.
Si bien desde el entorno del cantante se esperaba su excarcelación, este mismo fue apelado y la Justicia ordenó su prisión preventiva. En las últimas horas se conoció que su traslado será inmediato por disposición del juez de garantía Gabriel Alberto Castro, quien no aceptó el cambio de calificación. El juez consideró que existen “riesgos procesales” de que el músico entorpezca la investigación; su defensa podrá pedir la morigeración de las condiciones de encierro, con una eventual detención domiciliaria
Todo comenzó el último el 27 de mayo, cuando el máximo exponente de la Cumbia 420 y sus amigos salieron de bailar de un boliche de General Rodríguez. Varios de los integrantes de la denominada “Mafilia” tuvieron un altercado con un grupo, entre los que había un empleado municipal vecino del barrio.
“En ese contexto, después del incidente, la Guardia Urbana de Protección Ciudadana del Municipio demoró a los amigos de L-Gante”, detallaron fuentes del caso a Infobae. Cuando el intérprete se enteró de lo sucedido con sus amigos, decidió actuar por su cuenta. “El músico tomó al empleado municipal, le apuntó con una pistola, lo obligó a subir a su coche y se lo llevó”, describieron.
Así, condujo unas pocas cuadras dentro del barrio Bicentenario, hasta que halló y amenazó a la segunda víctima para que ingrese a su auto, “en pos de aclarar la situación relacionada con sus amigos a la salida del local bailable”. Así, aseguró un investigador, “los retuvo por 20 minutos, diciéndoles: ‘Si no sueltan a mis amigos, no los suelto a ustedes’”.
Cuando L-Gante se enteró de que sus amigos “habían sido sólo identificados sin tomarse decisión de restricción de su libertad”, dejó descender de su vehículo a las personas que retenía.