El proyecto, bautizado como Horus, se centra en la automatización y la recopilación de datos para avanzar hacia una nueva era en el cuidado de los cultivos. Utilizando un sistema de reconocimiento artificial, Horus es capaz de identificar diversas plagas que afectan los campos. Actualmente los jóvenes concentraron sus esfuerzos en la soja y enfocándose principalmente en las orugas defoliadoras.
Sin embargo, el innovador proyecto no se detiene ahí: Además de las orugas, Horus también está diseñado para detectar chinches, arañuelas y trips, las cuatro principales amenazas para los cultivos.
De esta manera, el robot busca reemplazar los métodos manuales de monitoreo, que actualmente se realizan semanalmente y resultan en una pérdida anual del 30% de los cultivos: Recientemente se conoció que la "Chicharrita" (una plaga común en el maíz) produjo una pérdida de 1.000 millones de dólares durante Marzo y Abril en las zonas centro y norte de Argentina.
El equipo de estudiantes espera que Horus no solo reduzca significativamente este porcentaje de pérdidas, sino que también prevenga enfermedades a largo plazo en los trabajadores encargados del monitoreo de plagas. Este proyecto representa un paso adelante hacia una agricultura más sostenible y eficiente.