La renuncia del funcionario llega tras una serie de revelaciones que generaron un escándalo por un presunto esquema de corrupción en el cementerio. La denuncia penal interpuesta por el propio Municipio por malversación de caudales públicos fue el catalizador de este desenlace.
Al menos una decena de empleados de la necrópolis fueron sumariados y separados de sus cargos tras el descubrimiento de irregularidades en la gestión de las tasas cobradas a los contribuyentes, las cuáles eran abonadas en efectivo pero el dinero no ingresaba a las arcas municipales.
El escándalo se desató cuando se encontraron más de 700 facturas anuladas que correspondían a pagos realizados por servicios de entierro o renovación. La investigación apunta a una maniobra delictiva que podría ascender a un desvío de casi 12 millones de pesos.