Este lunes por la tarde, la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) fue escenario de graves incidentes entre un grupo de militantes libertarios y estudiantes que participaban en una asamblea interclaustro. La reunión, convocada tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, tenía como objetivo decidir sobre la toma de la institución en defensa de la educación pública.
Los estudiantes, en su mayoría apoyando la toma, fueron interrumpidos por militantes libertarios que se manifestaron en contra de la medida. Según el relato de los estudiantes, los militantes irrumpieron en actitud intimidante, lo que generó un clima de tensión que derivó en empujones y golpes. En medio de la confrontación, uno de los militantes arrojó gas pimienta, afectando a un importante número de personas. A raíz de los incidentes, un militante terminó con una pierna lastimada y otros estudiantes debieron ser asistidos por los efectos del gas.
Las versiones de los hechos varían entre ambos grupos. Mientras que los libertarios acusan a los estudiantes de izquierda de haber comenzado la violencia, los estudiantes sostienen que fueron los militantes quienes iniciaron el ataque.
En redes sociales, Nahuel Sotelo, funcionario nacional a cargo de la Secretaría de Culto, responsabilizó a las autoridades y al gobierno provincial por las lesiones sufridas por los militantes. "Hacemos responsable por las lesiones de los militantes nuestros en la Universidad de Quilmes a las autoridades, al Gobernador y al municipio", escribió. En la misma línea, la concejal Estefanía Albasetti denunció que "estudiantes de izquierda agredieron y lastimaron a estudiantes libertarios".
Por su parte, el coordinador de La Libertad Avanza en Solano, Federico Rodríguez, declaró que fueron agredidos al intentar expresar su desacuerdo con la toma. "A un chico le lastimaron la pierna, estamos esperando la ambulancia y la policía de Kicillof hace una hora que no aparece", señaló el referente que estuvo presente en el lugar y se fotografió junto al grupo que lo acompañó.
En contraparte, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, se presentó en la universidad para acompañar a los estudiantes que resultaron agredidos. A través de su cuenta de Twitter, Mendoza condenó los actos de violencia, responsabilizando al gobierno nacional y a su "política de odio". "Estas son las consecuencias, háganse responsables de una vez por todas", manifestó.
Desde la Universidad Nacional de Quilmes emitieron un comunicado en el que repudiaron los hechos y afirmaron que las personas que irrumpieron en la asamblea no pertenecían a la comunidad universitaria. "Estas personas comenzaron a agredir a los más de 500 presentes. Luego arrojaron gas pimienta en un espacio cerrado", indicaron.
La concejal radical y estudiante de la UNQ, Daniela Ferreyra, presentó una denuncia policial luego de recibir amenazas previas al incidente. Según Ferreyra, militantes afines a Estefanía Albasetti habían advertido que atacarían si se procedía con la toma.
El bloque de concejales de Unión por la Patria también expresó su repudio a lo sucedido, solidarizándose con la comunidad educativa de la UNQ. En un comunicado, condenaron los hechos como "violentos y antidemocráticos".
En tanto, Abril Carugatti, Secretaria por el Derecho a la Educación Pública del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la UNQ, también denunció el ataque y señaló la necesidad de redoblar la lucha estudiantil en defensa de la educación pública. "El movimiento estudiantil tiene la oportunidad de pelear por los derechos no sólo de los estudiantes, sino de pararle la mano al gobierno reaccionario de Milei", expresó.
Para finalizar, Joaquín Antúnez de Política Obrera, sostuvo: "El gobierno no estuvo ausente en sus maniobras para evitar la asamblea y toma de la universidad, mandaron a un grupo de “liberfachos” se hicieron presentes, gas pimienta en mano, para intentar evitar que se desarrolle esta gran jornada de lucha. Los estudiantes y trabajadores presentes logramos rechazar estas provocaciones y continuar de manera aún más decidida con la deliberación y la defensa de la toma."
Y concluyó: "Convocamos a toda la comunidad educativa de la universidad, los institutos y secundarios de la zona a sumarse a darle fuerza a estas actividades, llenemos las calles de Quilmes con el reclamo de nuestras casas de estudio. Impongamos nuestro pliego de reivindicaciones: 50% de aumento inmediato para docentes y PAS; por el presupuesto para garantizar nuestras condiciones de cursada. ¡Viva la rebelión educativa!"