"La violencia en la UNQ es un problema de un espacio político que manda a los jóvenes a pegarle a otros por pensar diferente", afirmó la concejal, quien también criticó el uso de gas pimienta por parte de un militante libertario, pero subrayó que la agresión inicial provino de los universitarios de izquierda que, según ella, no permitieron la expresión de ideas contrarias.
Albasetti hizo un llamado a la "responsabilidad" de los funcionarios y espacios políticos para reducir la violencia en el ámbito educativo y evitar que los jóvenes sufran las consecuencias de estos conflictos políticos.