La Costa Atlántica es mucho más que playas y mar, allí se encuentran paisajes naturales que invitan a desconectarse del ruido urbano y reconectar con la tranquilidad. Este verano, los amantes de la naturaleza tienen una oportunidad única de explorar rincones que combinan biodiversidad, paisajes impresionantes y un profundo respeto por el medio ambiente.
Lejos de las playas más concurridas, existe un rincón ideal para quienes buscan experiencias distintas. Este destino propone adentrarse en un entorno virgen, rodeado de flora y fauna autóctona, donde el tiempo parece detenerse. Es el lugar perfecto para quienes desean escapar de la rutina y disfrutar de momentos únicos al aire libre.
En Villa Gesell, la Reserva Natural Faro Querandí se presenta como el destino ideal para quienes buscan una conexión única con la naturaleza. Con más de 5.700 hectáreas de dunas y fauna autóctona, este paraíso combina tranquilidad, biodiversidad y aventura en la Costa Atlántica.
El ingreso a la reserva se encuentra sobre la ruta provincial 11, que próximamente contará con dos carriles de ida y dos de vuelta en el tramo que va de Villa Gesell a Mar Chiquita, una obra anunciada por el gobierno de Axel Kicillof, que beneficia la circulación de quienes viajan hacia la Costa Atlántica y Mar del Plata por ese camino balneario. También se están remodelando los accesos a Villa Gesell, Mar Azul y Mar de las Pampas, y se construye una nueva intersección rotacional en el acceso a Mar Chiquita.
La Reserva Faro Querandí, ubicada a pocos kilómetros de Villa Gesell, es uno de los rincones más sorprendentes de la Costa Atlántica. Creada en 1996, protege un ecosistema único: el cordón dunícola, hogar de diversas especies como lagartos, zorros, aves migratorias y una flora que se adapta al suelo arenoso.
El Faro Querandí, que da nombre a la reserva, es un ícono histórico y cultural que permite disfrutar de vistas panorámicas inolvidables.
Actividades imperdibles
La Reserva ofrece múltiples propuestas para disfrutar del entorno natural:
Senderismo: Caminatas por senderos rodeados de vegetación autóctona.
Avistaje de aves: Un paraíso para los amantes de la ornitología.
Cabalgatas: Recorridos a caballo por dunas y playas vírgenes.
Visitas guiadas al Faro: un recorrido por su historia y paisaje.
Para proteger este entorno único, es esencial respetar las normas: no dejar basura, evitar alterar la flora y fauna, y mantenerse en los senderos habilitados. La Reserva Faro Querandí es un modelo de conservación que invita a reflexionar sobre el cuidado del medio ambiente.