La crisis institucional en el Quilmes Atlético Club alcanzó su punto más crítico. Desde finales del año pasado, la conducción del club quedó sumida en el caos luego de que el presidente Mateo Magadán, líder de la Agrupación Negra, apartara de sus funciones sin explicaciones certeras al vicepresidente Lisandro López, quien pertenecía a la Agrupación Celeste, con la que la Negra gobierna en coalición. Este hecho desató una serie de conflictos internos que ahora escalan a niveles de tensión nunca antes vistos.  

El quiebre en la dirigencia se produjo en un momento clave, cuando el equipo competía en las instancias finales del torneo. Magadán no solo desplazó a López, sino que además le prohibió el ingreso a la zona de vestuarios y al campo de juego del estadio, una medida insólita y sin precedentes contra un vicepresidente en ejercicio.  

Ante esta situación, el hombre de la Celeste decidió dar un paso al costado en sus funciones para evitar mayores conflictos y no perjudicar al club. Sin embargo, la crisis institucional continuó agravándose. En la jornada de ayer, al acercarse a la sede social para pagar su cuota, López fue increpado por el Secretario de Fútbol, Sebastián Sierra, quien de manera prepotente lo encaró y quiso expulsarlo del lugar. Este hecho, lejos de ser un episodio aislado o una cuestión personal, expone la grave interna que atraviesa el club, con una dirigencia que entró en una espiral de enfrentamientos y desorganización.  

Tras este incidente, Lisandro López presentó de manera formal e indeclinable su renuncia al cargo de vicepresidente del Quilmes Atlético Club, a través de una carta dirigida a la Comisión Directiva. En el documento, López denuncia la imposibilidad de acceder a información clave para el desempeño de sus funciones, restricciones impuestas desde noviembre de 2024 y un clima de hostigamiento promovido por el presidente del club. Además, menciona la agresión sufrida en la sede social como una muestra más de la violencia institucional que impera en la actualidad.  

Por otro lado, la Agrupación Celeste convocó a un plenario urgente para definir los pasos a seguir en respaldo a su referente y ante la preocupante situación que vive el Quilmes AC.  Mientras tanto, los socios y socias del club observan con preocupación cómo las disputas internas desgastan la estabilidad institucional, en un momento en el que el foco debería estar puesto en el futuro deportivo (con 1 punto de 6 en juego es el peor arranque de torneo en casi 30 años) y en la administración ordenada del club.