Desde hace más de un mes, los residentes del cuadrante delimitado por las avenidas Lamadrid, Belgrano, Zapiola y Urquiza en Bernal sufren la falta de presión de agua. Sin embargo, la situación es aún más crítica en la calle Dorrego, entre Boedo y Liniers, donde los vecinos denuncian que directamente no tienen suministro. "Estamos desesperados, agotamos todos los recursos posibles, sólo nos quedan los medios de comunicación", expresó uno de los afectados.
El último fin de semana fue particularmente difícil, ya que las altas temperaturas y la humedad elevaron la sensación térmica a 40°C, lo que agravó la necesidad de agua potable. Según explicaron, en la cuadra viven niños y personas mayores, algunos de ellos inmovilizados en cama, lo que incrementa la urgencia de una solución.
Pese a que todos los vecinos realizaron los reclamos correspondientes ante AySA, denuncian que los números de trámite se cierran sin brindar respuestas concretas. También acudieron a las oficinas del ente regulador, pero no obtuvieron soluciones.
A la falta de información oficial se suma una posible causa del problema: los vecinos escucharon un importante caudal de agua bajo una de las bocas de inspección, lo que los hace sospechar de la rotura de un caño. Hasta el momento, AySA no emitió ninguna comunicación sobre el tema ni envió personal a la zona para verificar la situación.
Los afectados exigen una respuesta urgente y la normalización del servicio, ya que la falta de agua potable afecta gravemente su calidad de vida y su salud.