A las preocupaciones que tiene el conjunto quilmeño por el funcionamiento visto en el último cruce frente a Almagro por el campeonato de la Primera Nacional, se le suma que tendrían que ir a buscar otro arquero por un hecho insólito. Según relataron distintas fuentes, en el cierre de la práctica del martes se hizo fútbol en espacios reducidos y el guardameta se fastidió con uno de los integrantes del cuerpo técnico. Se retiró a los insultos del lugar, agarró sus cosas, se fue y no volvió.
A raíz de esto, Rondina dialogó con los medios partidarios y manifestó: “Sobre lo de Maxi, ayer después de que terminamos de entrenar haciendo un reducido, se enojó por la última jugada del partido y se terminó yendo enojado. Le mandé un mensaje, lo llamé, no me atendió y hoy no vino. Veré si hablamos en el transcurso del día o no. En definitiva fue eso lo que pasó, después sabe él si hay un cúmulo de cosas y estalló por eso, que no es nada grave porque no hubo ni una discusión”.
El futbolista publicó en su historia de instagram ayer por la tarde: “Siempre de corazón nunca por interés”, lo que da a entender que esa situación fue la gota que rebalsó el vaso de algo que traía desde hace un tiempo. Circula la versión que por la tarde se reuniría con los dirigentes para finalizar su vínculo con Quilmes y hasta se habría despedido de sus compañeros por mensaje.