Cristina Fernández de Kirchner sorprendió anoche al confirmar que será candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral en los comicios bonaerenses del 7 de septiembre. Lo anunció durante una entrevista en C5N con el periodista Gustavo Sylvestre, donde argumentó que su decisión responde a “un problema de sentido común”, más que a una cuestión legislativa: “Si nos va mal en septiembre, esto puede variar en todo el país”, advirtió la ex mandataria, en un llamado directo a la militancia y al electorado del conurbano.

La candidatura de CFK se inscribe en un contexto electoral inédito: por primera vez, en la provincia de Buenos Aires, las elecciones provinciales estarán desdobladas de las nacionales. El 7 de septiembre se elegirá a los representantes bonaerenses mediante lista sábana, mientras que los cargos nacionales se votarán con Boleta Única de Papel (BUP). En ese marco, el peronismo pondrá en juego ocho de las dieciocho bancas que se renuevan por la Tercera, distrito clave que concentra casi cinco millones de electores.

La Tercera Sección Electoral, integrada por 19 municipios entre los que se encuentra Quilmes, representa el corazón político del peronismo bonaerense. Es una región donde históricamente el oficialismo provincial ha superado el 40% de los votos y ha ganado con amplitud en casi todas las elecciones de las últimas cuatro décadas, con la única excepción del año 1997.

Con esta jugada, Cristina Kirchner buscará reforzar el caudal de votos del peronismo en el conurbano profundo y sostener el predominio en la Cámara de Diputados de la provincia. Entre los legisladores de la región que finalizan su mandato y podrían buscar renovar se encuentran los quilmeños Berenice Latorre (Unión por la Patria) y Martiniano Molina (actualmente en Juntos por el Cambio), lo que anticipa una pulseada local con fuerte protagonismo político.

La decisión de CFK tensiona el mapa electoral y puede tener un efecto dominó en el resto del país. Su presencia en las boletas no solo impactará en la interna del peronismo, sino que además funcionará como un termómetro clave para medir el humor social en el territorio más populoso y determinante de la provincia.