Con la llegada del frío, elegir una estufa eléctrica puede ser una excelente forma de calefaccionar tu casa sin hacer grandes instalaciones. Hoy existen muchas alternativas accesibles, seguras y fáciles de usar.

Tipos de estufas eléctricas

Las más comunes son las de cuarzo, cerámica, convectoras y caloventores. Cada una tiene ventajas particulares: las de cuarzo calientan rápido, las cerámicas distribuyen el calor de forma pareja, y las convectoras son silenciosas y eficientes.

Las estufas de cuarzo destacan por su capacidad de generar calor de forma casi instantánea, lo que las hace ideales para proporcionar calor rápido en áreas pequeñas o para momentos puntuales. 

Por otro lado, las estufas cerámicas emplean elementos calefactores que calientan placas de cerámica, las cuales luego irradian el calor de manera uniforme y sostenida, ofreciendo una sensación térmica más confortable y duradera en espacios de tamaño mediano.

Los convectores, en cambio, funcionan calentando el aire que entra en contacto con una resistencia y luego distribuyéndolo por la habitación mediante corrientes de convección natural o forzada (con un ventilador), lo que los convierte en una opción silenciosa y eficiente para calentar habitaciones completas de manera gradual. 

Finalmente, los caloventores, también conocidos como termoventiladores, utilizan una resistencia para calentar el aire y un ventilador para impulsarlo hacia el exterior, proporcionando calor rápido y dirigido, aunque suelen ser más ruidosos que otros sistemas y pueden resecar el ambiente. 

La elección entre estos sistemas dependerá de factores como el tamaño del ambiente a calefaccionar, la rapidez con la que se necesita el calor, la eficiencia energética deseada, el nivel de ruido tolerable y el presupuesto disponible.

Consumo y eficiencia

Algunas estufas tienen bajo consumo y modos eco que ayudan a reducir la factura eléctrica. Verificá que tengan certificaciones de eficiencia energética y termostato regulable.

Al elegir una estufa para el hogar, es fundamental considerar el consumo energético para minimizar el impacto en la factura de electricidad. Muchos modelos modernos incorporan modos de funcionamiento ecológico o "eco" diseñados específicamente para reducir el consumo durante su uso. 

Al evaluar diferentes opciones, se recomienda verificar que la estufa cuente con certificaciones reconocidas de eficiencia energética, las cuales garantizan un menor gasto eléctrico para un rendimiento óptimo. 

Asimismo, la presencia de un termostato regulable ofrece un control preciso sobre la temperatura deseada, evitando el sobrecalentamiento innecesario y contribuyendo al ahorro de energía. Estas características no solo benefician el bolsillo del usuario a largo plazo, sino que también promueven un uso más responsable de los recursos energéticos.

Seguridad y comodidad

Buscá modelos con apagado automático, protección térmica y diseño estable. También es importante que sean livianas y fáciles de mover dentro de la casa.

Elegir una buena estufa eléctrica implica pensar en el tamaño del ambiente, la potencia necesaria y las funciones extra. Las ofertas actuales hacen que sea posible encontrar un modelo adecuado sin gastar demasiado.