En la provincia de Buenos Aires existen rincones donde el tiempo parece haberse detenido. Lejos del ruido de las grandes ciudades y del turismo tradicional, estos pueblos invitan a reconectar con lo simple: calles de tierra, casas bajas, y una vida marcada por la tranquilidad y la cercanía entre vecinos.

En estos escenarios rurales se celebran algunas de las fiestas populares más auténticas del país, donde la gastronomía, la música y las tradiciones criollas son protagonistas. Eventos que no solo convocan a quienes buscan buena comida, sino también a quienes desean vivir una experiencia cultural profunda, llena de historia y sabor.

Moquehuá, ubicado en el partido de Chivilcoy, es un destino rural con historia, hospitalidad y tradición. Su Fiesta del Asado Criollo atrae visitantes que buscan buena comida, música folklórica y paisajes campestres. Una propuesta ideal para quienes quieren vivir una experiencia auténtica en la provincia de Buenos Aires.

En Chivilcoy el gobierno de Axel Kicillof entregó viviendas en el barrio San Ceferino, que forman parte de la primera etapa de un proyecto habitacional que contempla la construcción de un total de 87 soluciones habitacionales. A partir de una inversión de $493 millones, las obras incluyeron también para estas 36 casas la conexión a los servicios de agua, gas, cloacas, alumbrado público y veredas. 

Además, en el marco del programa “Mi Escritura, Mi Casa”, se entregaron 638 títulos de propiedad gratuitos a familias del municipio, como así también a asociaciones civiles, sociales y deportivas del distrito.

Un pueblo con alma gaucha y sabor a asado

Moquehuá es uno de esos rincones escondidos de la provincia de Buenos Aires donde el tiempo parece detenerse. Con poco más de 2.000 habitantes, este pueblo del partido de Chivilcoy se transforma cada abril con la Fiesta del Asado Criollo, un evento que ya es tradición y que reúne a más de 70 equipos de asadores compitiendo por el mejor plato.

El evento va mucho más allá de la gastronomía. Es una jornada donde la música en vivo, las danzas folklóricas y los puestos de artesanías conviven con el aroma de la carne asada, creando un clima festivo y familiar. Se lleva a cabo en el predio del ferrocarril, donde se instalan los fogones y los escenarios, y donde no faltan las empanadas, los pastelitos, las tortas fritas y otras delicias caseras.

Tradición que une generaciones

La Fiesta del Asado Criollo nació con el objetivo de rescatar las raíces gauchas del pueblo y fomentar el turismo rural. Con el paso de los años, se convirtió en un clásico de la región. Lo que la hace especial no es solo la calidad de sus platos, sino el espíritu comunitario que la impulsa: gran parte del pueblo participa activamente como voluntario o abriendo sus patios a los visitantes.

Artistas locales y regionales animan la jornada con zambas, chacareras y chamamés, haciendo que la cultura criolla esté presente en cada rincón del evento.

Qué hacer en Moquehuá

Además de disfrutar del festival, quienes llegan a Moquehuá pueden caminar por sus calles de tierra, recorrer su plaza central, visitar la iglesia del pueblo o almorzar en algún comedor tradicional. El entorno es tranquilo, ideal para desconectar y vivir la experiencia de la vida rural.

Forma parte del circuito de turismo rural de Chivilcoy, lo que lo convierte en una opción muy buscada por quienes desean una escapada en contacto con la naturaleza. En los alrededores se pueden hacer caminatas, cabalgatas y avistaje de aves.

Una escapada que deja huella

Moquehuá demuestra que no hace falta viajar lejos para vivir una experiencia inolvidable. Su fiesta, su gente y su entorno lo convierten en uno de los destinos más auténticos y cálidos de la provincia. Ideal para quienes buscan reconectar con las raíces argentinas, saborear un buen asado y ser parte de una tradición que atraviesa generaciones.