El lugar, oculto en un galpón de la calle Pedro Elustondo al 200, funcionaba como un centro de producción ilegal de etiquetas y envoltorios para cigarrillos truchos y medicamentos falsificados.
La operación se llevó a cabo el pasado 13 de junio bajo las órdenes del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº2 de Morón, a cargo del juez Jorge Rodríguez, y con intervención de la Fiscalía Federal de Santiago Marquevich. El allanamiento en Quilmes Oeste fue el más importante de los cinco realizados simultáneamente en diferentes puntos del conurbano bonaerense, como Escobar, La Matanza y Moreno.
El procedimiento tuvo como resultado la imputación del dueño de la imprenta, un hombre de 56 años, y el secuestro de una gran cantidad de insumos destinados a la falsificación de productos de consumo masivo
En el interior del galpón se encontraron impresoras offset, troqueladoras, guillotinas y equipos de hot-stamping que permitían una producción en serie de etiquetas falsificadas para cigarrillos. Las chapas de impresión incautadas incluían marcas conocidas como Red Point, Golden King, Boxer, Melbourne, Milenio Click, Jaisalmer, y otras similares, muchas con advertencias sanitarias falsificadas, incluso con leyendas en español con origen boliviano.
Según fuentes de la investigación, la maquinaria instalada tenía capacidad para abastecer una red nacional de distribución ilegal de cigarrillos. La causa está caratulada bajo infracciones a las leyes 22.362, artículo 288 del Código Penal y la ley 27.430 por evasión impositiva.
El hallazgo más alarmante del operativo fue la presencia de materiales destinados al etiquetado de medicamentos truchos, incluidos psicotrópicos, oncológicos, hormonales y antibióticos. Los efectivos secuestraron más de 300 presentaciones distintas de fármacos, muchos de ellos de venta bajo receta archivada y de uso delicado, como lorazepam, alprazolam, paclitaxel, temozolomida y lomustina, entre otros.
La investigación se inició tras una denuncia realizada a fines del año pasado, que señalaba la venta de cigarrillos ilegales en una vivienda del partido de Moreno. La denuncia incluyó cinco atados como prueba y motivó el despliegue de tareas de inteligencia del Gabinete de Delitos Federales. A partir de allí, se obtuvieron las órdenes para los cinco allanamientos simultáneos, siendo el de Quilmes Oeste el más revelador y comprometedor.
El caso sigue su curso en la Justicia Federal y no se descartan nuevas detenciones o conexiones con redes delictivas mayores.