Con 79 años de trayectoria, el Foto Club Quilmes es mucho más que un grupo de amantes de la fotografía: es el fotoclub más antiguo del país y un verdadero emblema de la cultura quilmeña. Actualmente cuenta con más de 60 socios activos que participan en concursos nacionales e internacionales a través de la Federación Argentina de Fotografía (FAF), y sostienen una actividad artística y formativa constante.
Hoy, la institución enfrenta un nuevo desafío: encontrar un espacio físico donde poder continuar con sus actividades, resguardar su archivo, montar exposiciones y sostener sus encuentros semanales. Luego de haber sido notificados de que deben abandonar el lugar donde funcionaban actualmente, el club apela a la comunidad para dar con un nuevo sitio.
A lo largo de su historia, el Foto Club Quilmes ha tenido sedes en distintos puntos del distrito, incluyendo el edificio Roverano, el Museo Fotográfico y el Rotary de Ezpeleta, entre otros. “Tenemos historia, tenemos presente, y confiamos en que también tenemos futuro. Solo necesitamos un lugar donde seguir mirando el mundo a través de nuestros lentes”, expresó su presidente Gustavo Moroz.
La institución busca un espacio con dimensiones mínimas de 6 metros por 3 metros, como una cochera o un pequeño local, donde puedan almacenar sus equipos, archivos y realizar actividades grupales.
Desde el Foto Club destacan que se trata de una asociación civil sin fines de lucro, con personería jurídica, cuya labor cultural es reconocida tanto a nivel local como nacional. Además, remarcan el compromiso de sus integrantes con el arte fotográfico, la formación y la participación en la vida comunitaria quilmeña.
Quienes deseen colaborar con esta búsqueda pueden ponerse en contacto a través de su sitio web oficial: www.fotoclubquilmes.com