Un brutal crimen ocurrió durante la madrugada de este viernes, cuando Leonardo Vence, de 46 años, fue asesinado en su propia casa por delincuentes que intentaron ingresar a robar. Vence, figura muy querida en el ambiente del handball metropolitano, murió tras recibir un disparo en el pecho al forcejear con uno de los ladrones.
El hecho ocurrió poco después de las 3 de la mañana en su vivienda de la calle General Acha, entre Rodolfo López y Bombero Sánchez. Según los primeros datos de la investigación, Vence dormía junto a su hijo de 14 años en la planta alta del domicilio cuando escuchó ruidos sospechosos en la planta baja. Al bajar, se encontró de frente con al menos cinco delincuentes que habían irrumpido en la casa.
La reacción de Leonardo fue instintiva: se abalanzó sobre uno de los intrusos y comenzó a forcejear. En medio del enfrentamiento, logró golpear al delincuente, pero este, que estaba armado, le disparó a quemarropa en el pecho. Los asaltantes huyeron rápidamente sin alcanzar a robar nada. Según se supo más tarde, habían intentado ingresar a otras dos casas del barrio momentos antes.
A pesar de la grave herida, Vence logró salir de su vivienda y llegó hasta la vereda, donde se desplomó. Cuando llegó la ambulancia del SAME, ya había fallecido. El único testigo del hecho fue su hijo, que en estado de shock le relató lo sucedido a la Policía.
Leonardo Vence era una figura reconocida del handball en Quilmes. Formado en las inferiores del Club Alemán, actualmente se desempeñaba como asistente técnico en la Asociación Alemana de Cultura Física de Quilmes (A.A.C.F.Q.) y formaba parte del equipo de la Liga de Honor de Caballeros.
La causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N° 5 de Quilmes, a cargo del fiscal Jorge Saizar, quien la caratuló como “homicidio en ocasión de robo”. Personal de la DDI Quilmes trabaja intensamente en la identificación de los agresores
La comunidad deportiva y los vecinos de Quilmes expresaron su conmoción y dolor por el asesinato. Exigen justicia y mayor seguridad en un barrio que, según denuncian, viene sufriendo una ola de entraderas.