Según informaron las autoridades, el automóvil se encontraba abandonado cuando ocurrió la explosión. Una dotación de los Bomberos Voluntarios de Bernal trabajó en el lugar para sofocar el fuego y asegurar la zona, donde quedó la carrocería totalmente destruida.
El estruendo fue tan potente que vecinos de Avellaneda, Berazategui y Florencio Varela también lo escucharon y reportaron vibraciones en pisos, techos y ventanas. En varias cuadras a la redonda, la onda expansiva desprendió chapas y maderas de viviendas, generando gran temor entre los habitantes.
Si bien no se registraron personas heridas, hubo importantes daños materiales en las inmediaciones. Personal policial y de Defensa Civil de Quilmes continúa trabajando en la zona para evaluar la magnitud de los daños y esclarecer las circunstancias que rodearon el hecho.
La imagen del vehículo reducido a chatarra refleja la violencia del estallido, que dejó en vilo a gran parte de la región sur del Gran Buenos Aires.