Si vendés en el local, en ferias o por encargos y querés cobrar sin vueltas, hay una opción práctica para empezar hoy mismo: cobrar con QR de Nave.
Con este sistema, el cliente escanea, paga y en pocos segundos ves la aprobación en pantalla. La plata queda disponible de inmediato para seguir comprando mercadería, pagar proveedores o cubrir gastos del día.
Qué es y cómo se usa
El QR es un código que mostrás en el mostrador, pegás en una vidriera o llevás en el celular.
La persona lo escanea con su billetera preferida, elige el medio de pago (saldo, débito o tarjeta) y confirma. No necesitás equipos especiales: podés imprimir el código o mostrarlo desde la pantalla del teléfono o de la tablet. Para quienes venden a domicilio, alcanza con llevar el QR en el móvil y listo.
Mostrás el QR (impreso o en pantalla).
El cliente lo escanea y escribe el monto (o lo recibe precargado, según el caso).
Confirma el pago y vos ves el “aprobado” en segundos.
El comprobante llega al teléfono o al mail y queda guardado en tu panel.
Hay momentos de fila, horarios pico y ventas rápidas en las que contar billetes o buscar cambio complica. Con el QR, el pago es ágil y ordenado. También ayuda cuando vendés por redes: si te hacen un pedido por WhatsApp o Instagram, enviás el código o un link y registrás ese cobro igual que en el local. Así evitás anotar a mano y a fin de día tenés todo en un mismo lugar, con fecha y monto.
Comercios de cercanía: kioscos, almacenes, verdulerías y panaderías con muchas ventas chicas durante todo el día.
Gastronomía: cafeterías, rotiserías, food trucks y puestos en ferias, donde el tiempo vale oro y no conviene frenar la caja.
Servicios y oficios: peluquerías, lavaderos, talleristas y profes particulares que cobran en el acto, sin posponer el pago.
Emprendimientos móviles: feriantes, repartidores y vendedores a domicilio que necesitan una opción liviana y sin cables.
Te registrás y generás tu primer QR.
Elegís si lo imprimís o lo mostrás desde el celular.
Hacés una prueba de bajo monto para ver el circuito completo.
Listo: ya podés cobrar a tus clientes con el QR a mano.
Si tenés una tienda online, podés combinar el QR con links de pago para pedidos por chat. Todo queda guardado en el mismo panel, lo que hace más fácil revisar ventas por día o por medio de cobro.
Una diferencia clave es que el dinero queda disponible de inmediato. Esto se nota cuando hay que reponer mercadería, pagar una entrega o aprovechar una oferta de mayorista. En fechas de movimiento fuerte (fin de semana largo, eventos en la zona), tener la plata al instante ayuda a no frenar la venta por falta de cambio o por límites de efectivo.
El QR no depende de máquinas con papel ni de cables. Con señal de datos o Wi‑Fi alcanza para mostrar el código y registrar el pago. Los datos sensibles viajan protegidos; el comercio no ve números de tarjeta ni guarda información privada. Si necesitás devolver una compra, podés hacerlo desde el panel en simples pasos y el cliente recibe su aviso.
Ventas ordenadas por fecha y medio de pago, sin planillas aparte.
Comprobantes listos para enviar por WhatsApp o mail, cuando el cliente los pide.
Resumen claro para calcular cuánto se cobró y qué se acreditó.
Menos tiempo contando efectivo y más tiempo atendiendo.
¿Necesito una máquina especial? No. Podés imprimir el código o mostrarlo en pantalla.
¿Qué pasa si no hay buena señal? Probá cambiar a datos móviles. El código se puede volver a mostrar sin perder la venta.
¿Sirve para ventas por redes? Sí. Podés mandar el QR o un link al chat y el pago queda registrado igual que en el local.
Si además cobrás con tarjeta o tenés tienda online, podés ver todo junto en el mismo panel: lo que entró por QR, por link y en el mostrador. Esto evita errores, mejora el control y simplifica el trabajo de quien hace la caja. Con esta herramienta, Nave ofrece una forma simple de cobrar todos los días, sin vueltas.