Uno de los aspectos más valorados por los comensales es que el lugar es atendido directamente por su dueño, quien con décadas de experiencia en el rubro gastronómico se encarga de recibir y acompañar a los clientes. Además, La Conocida mantiene un gesto que la distingue: no cobra servicio de mesa, pero ofrece detalles que sorprenden, como el vermut de cortesía al ingresar o la trufa de chocolate casera al despedirse.

Hace poco, Cicero participó del streaming Roma en Vivo y compartió su historia con la gastronomía, una trayectoria que se remonta a sus primeros años de trabajo: “Desde muy chico empecé lavando platos y copas. La disciplina me llevó al conocimiento que tengo hoy en día. Con el tiempo llegué a trabajar en el mejor restaurante del país y uno de los cinco mejores del mundo”, relató. Esa formación le dio la base para convertirse en un profesional respetado en el rubro, con décadas de experiencia y una filosofía clara: ser amable, agradecido y competitivo, pero desde una competencia sana.

“Cuando hacés lo que te gusta le das el toque especial, lo hacés con placer. No es que me va bien porque está todo bien: le pongo mucha onda, actitud y muchos años de experiencia”, aseguró. Esa dedicación se traduce en los detalles de La Conocida: desde la calidad de los cortes de carne hasta el gesto de cerrar cada visita con una trufa de chocolate casera.

Consciente del camino recorrido, Gabriel también se siente en condiciones de transmitir lo aprendido: “Me gusta enseñar, me siento capacitado para compartir con quienes quieren aprender. No soy egoísta”, dijo, remarcando su voluntad de ayudar a otros colegas a crecer.

Paola, su esposa y firme compañera, es un pilar fundamental en el día a día de la parrilla. Además de ocuparse de la parte administrativa, también cumple un rol importante en la atención al público, donde se destaca por su dulzura y calidez con los comensales, quiénes siempre suelen remarcar lo agradecidos que se van luego de ser atendidos, sumando a la propuesta gastronómica un valor humano difícil de encontrar.

Hoy, su objetivo es que la parrilla siga siendo un espacio donde los vecinos de Bernal y alrededores encuentren buena comida, un trato cálido y la sensación de sentirse como en casa. “Espero no bajar nunca los brazos, que tengamos todos fuerzas para seguir adelante, que a La Conocida venga gente nueva y que los que ya nos eligen sigan viniendo. Y deseo que a muchos colegas les vaya tan bien como a nosotros o mejor”, expresó con gratitud.

En cada plato y en cada atención, Cicero pone en práctica esa filosofía de vida que lo acompañó desde sus inicios. Y por eso, La Conocida no es solo una parrilla: es el reflejo de una historia personal hecha de esfuerzo, disciplina y pasión por la gastronomía.

Los cortes de carne son el fuerte de la casa, con opciones que van desde los clásicos —asado, vacío, entraña, bondiola o bife de chorizo— hasta cortes especiales como picaña o tomahawk, acompañados siempre por guarniciones generosas.

Pero la carta no se queda ahí: las empanadas, la provoleta y las milanesas caseras se complementan con una selección de pastas frescas, donde resalta el Spaghetti Cacio e Pepe, preparado en una horma de queso pecorino romano. Para el cierre, no faltan postres tradicionales ni una cuidada propuesta de bebidas, que incluye vinos de diferentes regiones, cervezas y whiskys seleccionados.

Un espacio íntimo para sentirse como en casa. Con pocas mesas y ambiente acogedor, “La Conocida” ofrece una experiencia distinta: la de comer como en casa, pero con sabor gourmet. Los días de apertura son jueves y viernes, de 20 a 24 horas, sábados de 12 a 24 horas, domingos de 12 a 16:30 horas y todos los feriados al mediodía. La dirección exacta: Zapiola 302 esquina Maipú, Bernal.