El hecho ocurrió en la tarde del lunes, cuando la niña ingirió accidentalmente la pila, lo que generó gran desesperación en sus familiares. En medio de la urgencia, los padres decidieron no esperar una ambulancia y emprendieron viaje al hospital. En el camino recibieron asistencia policial: efectivos motorizados montaron un operativo para despejar el tránsito y abrir paso al vehículo que trasladaba a la beba.
Al llegar al Hospital Iriarte, el equipo médico de guardia intervino rápidamente y logró retirarle el elemento, estabilizándola tras la maniobra. La pequeña permaneció toda la noche en observación y, afortunadamente, este martes por la mañana recibió el alta médica.
Desde el nosocomio y las fuerzas de seguridad destacaron la rapidez con la que se actuó, subrayando que la coordinación entre la familia, la Policía y los profesionales de la salud fue clave para que la nena hoy se encuentre fuera de peligro.