El episodio se dio cerca de la medianoche en la intersección de las calles 899 y 864, cuando el hombre encendió la parrilla en la vereda, una costumbre habitual en la zona. En ese momento, tres sujetos aparecieron con intenciones de robo y apuntaron directamente a la carne que se estaba cocinando.

Sin pensarlo, el “parrillero” reaccionó y enfrentó a los intrusos, que sorprendidos por la resistencia huyeron del lugar sin concretar el robo. Ni el asado ni las pertenencias de la víctima fueron sustraídos.

Los vecinos, entre la indignación y la incredulidad, señalaron que la inseguridad en el barrio es constante. “Ya ni un asado se puede hacer tranquilo en la puerta de tu casa”, expresó un frentista.

El hecho, aunque terminó de manera insólita, refleja nuevamente la preocupación de los vecinos de Solano por la falta de seguridad en la zona.