El gesto no pasó desapercibido. Vecinos y transeúntes que circulaban por la cuadra se detuvieron a mirar, sacaron fotos y celebraron la ocurrencia que le dio un aire festivo y romántico a la calle. En medio de un contexto en el que las declaraciones de amor suelen quedar reducidas a las redes sociales, la iniciativa de Máximo devolvió a las veredas esa vieja costumbre de los pasacalles con mensajes sentimentales.
La sorpresa fue especialmente pensada para el 21 de septiembre, Día de la Primavera, cuando la pareja decidió oficializar su noviazgo tras seis meses de estar juntos. “En un principio quería hacer la típica de los globos en la pieza, pero estaba muy quemada y pensé en el pasacalle. Fue como un mes de pensar en las ideas de decoración y posicionamiento de las cosas, y una semana en preparar todo”, contó Máximo en diálogo con InfoQuilmes.
Martina, cuya reacción fue de felicidad y emoción, quedó encantada con el gesto y no dudó en dar el “sí” en medio de un marco cargado de romanticismo. “Le encantó la idea, como a todos los que la vieron. Pasaba gente y sacaba fotos”, agregó el joven, orgulloso del resultado.
El pasacalles y la decoración se transformaron en un pequeño acontecimiento para el barrio, donde no faltaron los comentarios y las sonrisas de quienes se cruzaban con la propuesta. Para el joven, la meta no solo fue conquistar a su pareja con un detalle inolvidable, sino también demostrar que los gestos románticos, aunque sencillos, pueden marcar la diferencia.