Una postal y una reminiscencia de la historia nacional. Un abrazo y una camiseta. Todo eso que genera un sueño cumplido, como el que vivieron en el Museo del Mate un grupo de personas, todos enamorados del ser nacional, emprendedores, defensores de la cultura. Y entre todos, un visitante que se sintió local, el doctor José Nicolás Carluccio, quien presta servicios en distintos cuerpos médicos de los planteles futbolísticos de Argentino de Quilmes, desde 1985, cuando empezó con los planteles del fútbol amateur.
Eran las diez pasaditas del sábado 13 de septiembre y ahí estuvo agradeciendo la invitación del Museo. Lo abrazaba Alberto Plaza, un bahiense, uno de los precursores de este espacio en Avenida de Mayo 853, a pedir de los materos, nuestra infusión nacional, la bebida que aglutina a la familia y está desde hace varios siglos, que atraviesa todas las clases sociales. El Museo está donde tenía que estar, en el corazón de Ciudad de Buenos Aires, en un edificio protegido, en el que habrá visitantes no solo para mirar, sino para interactuar.
Una historia dispuesta prolijamente, a tono con los museos más importantes de la actualidad. Con carteles indicadores de cada colección y con guías que acompañan, y preparadas para el idioma del turista.
“Me gustaría que la enmarquen y quede para siempre aquí, es la primera camiseta de un club en el Museo del Mate”, expresó el querido doctor Carluccio quien desde hace cuatro décadas trabaja con los deportistas, y aclaró que “no es donación personal, sino de la institución a través de su tienda oficial Matemanía”.
En el edificio donde se respira espíritu de yerbales había estado durante más de una centuria el Bazar Inglés. Se ingresa por Avenida de Mayo 853, y tiene una salida porAvenida Rivadavia 868. El Museo que es un paseo en sí, e incluirá actividades culturales que la página (museodelmate.com.ar) y las redes (museodelmate.argentina) irán anunciando. Está en unazona neurálgica como el centro de Buenos Aires, ya que la Avenida de Mayo es parte del eje fundacional y el primer boulevard de CABA. Además, en la misma manzana se puede ver a una trilogía de vecinos con toda la impronta de nuestras costumbres argentinas: Av. de Mayo 835 con el Museo del Mate; el Café Tortoni en el numeral 825 (fundado en 1858) y al 833 la Academia Nacional del Tango.
La vitrina del deporte con la camiseta donada por el C.A. Argentino de Quilmes
El “kilómetro cero de la Ruta de la Yerba Mate Argentina»tuvo al doctor Carluccio en primera fila y entre los que tomaron la palabra. Ese primer día en que la camiseta de sus amores pasó a estar en una vitrina específica, de las veintiséis vitrinas temáticas del maravilloso emprendimiento. Los colores y el escudo del Mate, la esencia de sus hinchas que lo alientan así, luciendo junto aotros mates que se exponen como la réplica de uno que tiene el ídolo Lionel Messi.
“La verdad que el museo está espectacular”, expresó el médico del club “Mate”, profesor universitario e integrante de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA) en la cual dicta varias materias ligadas a la historia (en los tres años que dura el curso de DT), y además como hobbie tiene sus blogs donde destaca las campañas de equipos que marcaron época. Aclaró que la albiceleste es de un modelo original, de la marca Retiel, con la que “Los Mates” clasificaron a la Copa Argentina, que jugaron este año en la provincia de San Luis.
La historia caló profundo en los integrantes del Museo, desde que se fueron contando sueños, transmitiendo conocimientos y anécdotas, dándole forma y cuidando cada detalles con museólogos e historiadores. Atrás en el tiempo pero fresco en la memoria quedaron “los primeros socios de Argentino de Quilmes que en lugar de ofrecer té y masas a los visitantes, le brindaban mate cocido con bizcochos de grasa para diferenciarse del primero que tuvo la zona, el actual Quilmes Atlhetic Club, fundado por la colectividad británica”. Una leyenda que disfrutan contar don “Beto” Plaza (coleccionista), su nieto Alexis Plaza(director), Diego Carosella y los hermanos Mariano y Julián Barbari (administradores del Museo del Mate a través de la empresa “Pasiones Argentinas”).
Por si esto del mate y el deporte necesitara un sinónimo de gol y fiesta en las tribunas, en el proyecto participa Ramón Ismael Medina Bello, el ex delantero de la Selección Argentina, de Racing y de River, el popular “Mencho de Gualeguay”, como lo bautizó el relator Víctor Hugo Morales, ¡todos materos de pura cepa!
Argentino de Quilmes se fundó en diciembre de 1899, doce años después que su rival lugareño Quilmes AtlheticClub, que es de noviembre de 1887, ambos con más antigüedad que River Plate, Boca Juniors, Independiente, Racing y San Lorenzo. El pueblo quilmeño tenía unos 10 mil habitantes en una zona rural que crecía sin pausa a partir de los ferrocarriles, que trajeron a los “ingleses”, término que refiere a cualquier persona nacida en tierras del imperio británico, a sus hijos o a sus nietos. En tanto, Argentino fue fundado por un grupo de jóvenes de linaje criollo, quilmeños que estudiaban en el Nacional de Buenos Aires, entre ellos el doctor Isidoro Iriarte, —médico, político y benefactor de la sociedad—, cuyo nombre lleva el Hospital de Quilmes y desde agosto pasado al Estadio de los “Mates” en la zona de la Barranca.
Volviendo al Museo, tiene todo, y es una propuesta de paseo que se encuentra abierto de martes a domingos, en el horario de 10 a 18 horas.
El espacio físico en sí es todo un placer. “Su restauración llevó algo más de dos años”, expresó Esteban Buydid, miembro del flamante Museo, único uruguayo del equipo y autodenominado “rioplatense, porque vivimos la misma idioscincrasia a ambos lados del río de La Plata”.
Nuestra tradición ancestral, “más vieja que la Nación” y surgida de la sangre guaraní, tiene su lugar en Ciudad de Buenos Aires.
El Museo ya se está cebando y no podía faltar el único club que lleva el apodo y el escudo en honor a la bebida más democrática del mundo.