El cambio de liderazgo, que se hará efectivo en enero de 2026, marca un nuevo capítulo en la historia de la empresa fundada en 1890. Tras siete años al frente de Cervecería y Maltería Quilmes, Ticinese fue designado presidente global de “Marcas Core” de AB InBev, posición desde la cual supervisará la estrategia de las principales marcas del grupo en los 50 mercados donde opera. Según explicó el propio ejecutivo, su nuevo desafío representa “una oportunidad para continuar proyectando el talento argentino en el mundo” y fortalecer el posicionamiento global de las marcas tradicionales del grupo, entre ellas Quilmes, Budweiser y Stella Artois.

Por su parte, Pablo Panizza, actual vicepresidente global de Ventas y Distribución, regresará a la Argentina tras más de una década de carrera internacional dentro de la compañía. Ingeniero industrial formado en la UBA, ingresó al grupo a través del programa de Jóvenes Profesionales en el año 2000 y ocupó distintos cargos ejecutivos en Paraguay, Chile y Estados Unidos. Con su designación, AB InBev busca consolidar una estructura regional más integrada, manteniendo la autonomía de cada mercado, pero bajo una estrategia común que refuerce la importancia estratégica del Cono Sur dentro del negocio global.

Durante la gestión de Ticinese, Quilmes impulsó la expansión de su portafolio con lanzamientos relevantes como Andes Origen y Michelob Ultra sin gluten, además del desarrollo de su línea sin alcohol y el avance de la digitalización del negocio a través de la plataforma BEES, que conecta directamente a los comercios con la compañía. También lideró inversiones en sustentabilidad y en nuevas plantas de producción y logística.

El regreso de Panizza representa una apuesta por la continuidad de esa transformación, pero con una mirada regional más amplia. Desde la compañía destacan que su llegada permitirá “acelerar la integración y fortalecer el crecimiento de las operaciones del sur de América Latina”, en un contexto económico desafiante y de cambios en los hábitos de consumo.

Con este movimiento, Cervecería y Maltería Quilmes —una de las empresas más emblemáticas del país— refuerza su posición dentro del grupo AB InBev y consolida un modelo de gestión que combina talento local, proyección internacional y una visión unificada de la región. El traspaso de mando entre Ticinese y Panizza simboliza, además, la relevancia que la operación argentina mantiene dentro de la estructura global del gigante cervecero.