Fuentes allegadas al pensador ruso Konstantin Rudnev, detenido en la Unidad 6 de Rawson en el marco de una investigación por presunta trata de personas, denunciaron presuntas irregularidades en la actuación de la Fiscalía de Bariloche. Según esa versión, la causa se habría extendido sin pruebas concretas ni acusaciones formales, y habría involucrado injustamente a personas que —afirman— “no tienen relación alguna con ningún delito”.
Una de las voces que más trascendió fue la de Elena Makarova, una joven de 22 años que estuvo detenida durante tres meses junto a su bebé recién nacido, tras ser identificada por error como víctima dentro del caso. Makarova difundió un video y una declaración pública donde exige el cierre del expediente y la liberación de los detenidos, a quienes describe como “inocentes de una acusación sin fundamentos”.
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De acuerdo con la información difundida por allegados al entorno de Rudnev, Makarova fue detenida el 21 de marzo pasado en un hospital de Bariloche, poco después de dar a luz por cesárea. Asegura que fue trasladada con su hijo a un albergue estatal, donde permaneció durante 90 días “sin atención médica ni luz solar”.
En su declaración, afirmó que nunca conoció a Konstantin Rudnev y que no es víctima de ningún tipo de trata. También indicó que entregó una carta manuscrita a su abogado, David Molnero, para que fuera incorporada al expediente, pero que esa declaración “nunca fue tenida en cuenta” por la fiscalía.
Los familiares de Rudnev sostienen que el caso “carece de sustento jurídico” y que los involucrados fueron señalados sin pruebas. Aseguran, además, que el ciudadano ruso —de edad avanzada y con problemas de salud— no estaría recibiendo la atención médica adecuada en prisión.
En una carta pública, Makarova dirigió un mensaje a la Fiscalía de Bariloche y a los funcionarios Fernando Arrigo, Tomás Labal, Gustavo Rebor y Rodrigo Treviranus, pidiendo el fin de lo que calificó como una “persecución judicial sin fundamentos”.
Según expresó, sus reiteradas solicitudes “no obtuvieron respuesta” y la investigación continúa a pesar de que —de acuerdo con la defensa— “no existen víctimas, ni testigos, ni elementos probatorios”.
Desde el entorno de Rudnev señalan que en el expediente “hay pruebas que desmienten por completo las acusaciones”, pero que no habrían sido incorporadas oficialmente. Afirman que la prolongación de la causa “solo agrava el sufrimiento de las personas detenidas y sus familias”.
El caso Rudnev ha generado opiniones contrapuestas. Mientras la fiscalía sostiene su investigación sobre presunta trata de personas vinculada a una organización internacional, los defensores del acusado insisten en que se trata de una causa “sin pruebas reales”.
Elena Makarova, actualmente en libertad, pidió el sobreseimiento de todos los implicados y la revisión de las actuaciones judiciales.
La joven manifestó su preocupación por el tiempo transcurrido sin avances concretos y reiteró su deseo de que “se escuche la verdad y se cierre un proceso que se ha convertido en una vergüenza para la justicia argentina”, según sus palabras.