El hecho salió a la luz cuando el ingeniero encargado del mantenimiento de los equipos médicos acudió al consultorio de un cirujano, quien había reportado fallas en el ecógrafo. Para no interrumpir la atención, el técnico retiró el aparato supuestamente averiado y entregó otro en su lugar. Sin embargo, al revisar el dispositivo, notó diferencias en sus características: el equipo original era de color negro, mientras que el que había recibido era gris.
Ante la sospecha, se revisaron las cámaras de seguridad internas y se comprobó que el médico había reemplazado el ecógrafo original por otro similar, ocultando el verdadero. Con las pruebas obtenidas, se radicó la denuncia correspondiente y la Policía inició una investigación.
El profesional fue detenido el jueves por la tarde, cuando arribó al establecimiento para cumplir su turno. Más tarde, durante un allanamiento en su vivienda, los efectivos hallaron el ecógrafo sustraído, confirmando el robo. El caso quedó bajo investigación judicial y el médico podría enfrentar cargos por hurto agravado.