La pesquisa se inició en marzo del corriente año y, desde un comienzo, presentó una compleja trama interjurisdiccional debido a que los hechos delictivos se cometían mayoritariamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras que el desguace, adulteración y guarda de los vehículos se realizaba en distintos puntos del conurbano bonaerense.
Tras seis meses de escuchas telefónicas y once allanamientos —diligenciados por la Dirección de Delitos Económicos, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía de la Provincia de Buenos Aires— se logró desmantelar la banda compuesta por más de diez personas de ambos sexos.
El grupo se dedicaba a la sustracción de camionetas Toyota Hilux y Mercedes-Benz, las cuales eran robadas principalmente en la Capital Federal y luego trasladadas a domicilios ubicados en Florencio Varela, Berazategui, Llavallol, Moreno y General Rodríguez. En un lapso no mayor a tres días, los vehículos eran adulterados: se modificaban numeraciones registrales, se colocaba documentación falsa y se preparaban para su posterior venta.
Durante los procedimientos se secuestraron ocho vehículos de alta gama con pedido de secuestro activo reciente. Además, se incautaron elementos de imprenta utilizados para falsificar stickers identificatorios, más de diez kits de seguridad de Toyota Hilux, computadoras ECU para el arranque de las camionetas y centenares de llaves alteradas, evidencia clave que permitió reconstruir el funcionamiento de la organización.
Como resultado final, se logró la detención de siete integrantes de la banda, imputados por el delito de Asociación Ilícita. Asimismo, se emitieron órdenes de captura para otros dos sospechosos que aún permanecen prófugos.
La investigación continúa y no se descartan nuevas medidas para determinar la posible participación de más personas vinculadas a la estructura criminal.