La ola de calor continúa afectando desde ya hace varios días a gran parte del país, por lo que el Servicio Meteorológico Nacional decidió elevar las alertas y advertir sobre las consecuencias en la población. En el AMBA, región que integra el municipio de Quilmes, se encuentra en nivel naranja.
El más afectado es el centro del país, en donde hay localidades en las que rige alerta roja: se trata de zonas de las provincias de La Pampa, Río Negro, Neuquén, sur de Mendoza y sur de Buenos Aires.
En tanto, en gran parte del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), compuesta por la Ciudad de Buenos Aires y otros 40 municipios del conurbano, el Servicio Meteorológico Nacional elevó el nivel de alerta de amarillo a naranja.
El alerta naranja incluye además de Quilmes los distritos de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Presidente Perón y la Ciudad de Buenos Aires. La misma es emitida cuando existen riesgos de que las altas temperaturas puedan generar un efecto moderado o alto en la salud de determinadas personas. En especial, tendrán que tomar recaudos los mayores de 65 años, bebés, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas.
Expertos indicaron que el cambio en el nivel de alerta no es porque se esperen temperaturas extremas, sino porque se registraron varios días consecutivos de calor. Cabe señalar que las “olas de calor” se dan en un período en el cual las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos umbrales que dependen de cada localidad y que están vinculados a los registros máximos históricos.
El organismo meteorológico indica que las temperaturas pueden ser ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo, por lo que se recomienda aumentar el consumo de agua y no exponerse al sol en exceso ni en horas centrales (entre las 10 y las 16).
Las recomendaciones indicadas por el Ministerio de Salud para evitar golpes de calor son:
Ante dolor de cabeza, vértigos, náuseas, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia, piel enrojecida, caliente y seca, respiración y pulso débil, y elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados), se deberá actuar de la siguiente manera: trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo; hacer que mantenga la cabeza un poco alta, intentar refrescarlo mojándole la ropa, aplicarle hielo en la cabeza, darle de beber agua fresca o un poco salada, y solicitar ayuda médica.