Pablo Sciutti (49) es un ex dirigente del Quilmes Atlético Club (hasta que finalizó el mandato de su referente, Jose Luis Meiszner, en 2016) que decía ser abogado, representante de jugadores, gestionador de ciudadanías extranjeras y durante 2014 vendedor de entradas truchas para el mundial de Brasil, entre un sinfín de irregularidades.
En las últimas horas fue detenido y allanado por la división AntiFraude de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA por haber extorsionado a un hombre para obtener un cupo en un club de fútbol. En su poder tenía una réplica de arma de fuego, notebooks, tablets, 8 celulares, libros de balances e inventarios, credenciales falsas de abogado, 9400 pesos y79 dólares
Además tenía carpetas con documentos y contratos de ciudadanías europeas, actividad que decía realizar en su página web (en la que se muestra junto a otra supuesta abogada): "Trabajamos directamente con la Unión Europea, por tal motivo el servicio está cotizado en Euros. El asesoramiento tiene costo porque además incluye la búsqueda online de tu ancestro" aseguraban. El imputado ofrecía sus servicios a través de diferentes plataformas y redes sociales, simulando desempeñarse como abogado experto (su nombre no aparece en el padrón del Colegio de profesionales porteño ni en el bonaerense) en tramitación de ciudadanías, informaron fuentes de la causa. También se jactaba de ser representante de primeras figuras del futbol e inclusive de tener acciones en un club europeo.
En 2017 fue detenido tras varios días de seguimiento y de escuchas telefónicas gracias a una mujer policía que simuló ser jugadora de vóley. “Le pusimos un señuelo para poder ingresar a su casa y atraparlo. No era fácil porque cambiaba de fisonomía y de rutina, pero también sabíamos que tenía debilidad con las mujeres”, señaló uno de los investigadores en aquel momento. ¿El motivo? Dos hombres quisieron comprar unos camiones que pertenecían a una empresa aparentemente en quiebra y fueron citados por Sciutti en los tribunales de La Plata para hacer más “legal” la operación. Según relató un jefe policial, el falso abogado les pidió 170.000 pesos «en la puerta del juzgado” y que esperaran unos minutos “ya que iba a hablar con el juez”, pero transcurrido un tiempo prudencial advirtieron que Sciutti “se había escapado por un pasillo con el dinero y que además nadie lo conocía”.
Luego de esta denuncia, se comprobó que tenía varias causas por estafa y que incluso había sido condenado por vender entradas truchas en el Mundial de Fútbol Brasil 2014, pero estaba en libertad por disposición de la Justicia.
De acuerdo a las escuchas, el hombre tenía relaciones con numerosos futbolistas y dirigentes del fútbol local.