Los vecinos de Quilmes denuncian que continúan con el servicio defectuoso desde hace varios días. La mayoría coincide en que el agua de la canilla es "intomable" ya que sale con un intenso olor y sabor a cloro, lo que les produce diversos problemas estomacales.
Los reclamos aumentaron en las últimas semanas, sin embargo, hay vecinos que advierten que desde hace meses deben padecer esta situación, la cual hace que no puedan beber agua de la canilla y deban gastar dinero en bidones de agua a empresas privadas.
Desde la falla eléctrica que ocurrió el viernes 22 en la planta potabilizadora General Belgrano de Aysa, se registraron miles de denuncias de vecinos afectados por los problemas que esto trajo.
Entre las denuncias se encontraban la falta total de agua, o la poca presión. Sin embargo, ahora, el reclamo más preocupante que se escucha entre los vecinos, es el del fuerte olor y sabor a cloro que tiene el agua, y las denuncias por diarreas, vómitos y diferentes dolores estomacales en los niños y adultos.